08.05.2013 Views

La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de la iniciativa en la próxima sesión plenaria. Y así tuvo entrada en el soviet el proyecto<br />

detallado.<br />

El primer artículo declaraba: «Queda abolida en adelante la propiedad privada de<br />

bienes raíces e inmuebles.» En otros se especificaba: la gestión de todo inmueble<br />

incumbirá al Comité de vivienda, elegido por sus ocupantes. Los asuntos importantes<br />

relativos a un barrio lo serán en asamblea general de sus habitantes, quienes<br />

designarán a los miembros del Comité de barrio. Funciones más abarcadoras son las de<br />

los Comités de Distrito, y generales, las del Departamento Ejecutivo Urbano de los<br />

Comités de vivienda, integrado por delegados de los distritos.<br />

Los miembros bolcheviques del soviet pidieron que se postergara por ocho horas<br />

la discusión del proyecto, pretextando la importancia del problema y la necesidad de<br />

estudiarlo detenidamente. Aceptado el aplazamiento por el soviet, aquéllos se dirigieron<br />

a Petrogrado para recabar instrucciones del Centro.<br />

En la sesión siguiente, los bolcheviques pidieron la retirada del proyecto,<br />

declarando que un problema de tal importancia no debía ser resuelto sino por el<br />

conjunto del país; que Lenin preparaba un proyecto al respecto, y que, en interés<br />

mismo del asunto, el soviet de Kronstadt debiera esperar las instrucciones del Centro.<br />

Los socialistas revolucionarios de izquierda, los maximalistas y los anarcosindicalistas<br />

propusieron su inmediata discusión, lo que fue aprobado. En el debate, la extrema<br />

izquierda propuso, ya expuestas todas las opiniones, que se pasara a votación una vez<br />

agotada la discusión y, de ser aprobado el proyecto, proceder a su inmediata<br />

realización. Los miembros bolcheviques y mencheviques se levantaron entonces, en<br />

sugerente coincidencia, y abandonaron la sala, entre aplausos irónicos y cáusticas<br />

frases de los restantes: «¡Helos al fin unidos!»<br />

Un delegado maximalista propuso, para dar tiempo a los bolcheviques de volver,<br />

borrando la impresión de estar contra la abolición de la propiedad privada, que se<br />

votara el proyecto artículo por artículo. Aprobada la proposición, ocurrió lo previsto. Los<br />

bolcheviques comprendieron su falta de táctica, volvieron a sus asientos y votaron el<br />

artículo primero. Sólo se trataba, para ellos, de un voto de principio. Pero cuando se<br />

pasó a los artículos relativos a los medios de realización de tal principio abandonaron de<br />

nuevo la sala. Algunos bolcheviques que juzgaron imposible para ellos someterse en<br />

ese asunto a la disciplina del partido permanecieron en sus puestos, participaron en la<br />

discusión y votaron el proyecto, para cuya inmediata realización habían recibido formal<br />

mandato de sus representados. Por ello fueron excluidos del partido, culpables de<br />

«inclinación anarcosindicalista».<br />

El proyecto fue finalmente aprobado.<br />

Por largo tiempo prosiguió la lucha apasionada sobre el asunto en talleres,<br />

batallones, navíos, etc. (Kronstadt no estaba sometida aún.) Se realizaban frecuentes<br />

reuniones muy concurridas, en las que los miembros del soviet eran invitados a<br />

informar sobre las incidencias de la discusión en él y aclarar su actitud. Algunos de<br />

ellos, bolcheviques refractarios al proyecto, fueron retirados del soviet por sus<br />

electores. De resultas de todo ello, los bolcheviques iniciaron una violenta campaña<br />

contra los anarcosindicalistas e intentaron sabotear la aplicación del proyecto aprobado.<br />

Fue en vano.<br />

Bien pronto quedaron constituidos los comités (de vivienda, de barrio, etc.) y<br />

empezaron a funcionar. El plan entró en vigor, haciéndose realidad el principio «Todo<br />

habitante tiene derecho a adecuado alojamiento.» <strong>La</strong>s casas fueron metódicamente<br />

visitadas, examinadas y censadas por los comités, para su distribución equitativa. Así<br />

se descubrió que, mientras en pésimas buhardillas se amontonaban pobres gentes, a<br />

veces varias familias juntas, departamentos de diez a quince habitaciones, bien<br />

soleados y confortables, estaban ocupados por pocas personas. El director de la Escuela<br />

de Ingenieros, por ejemplo, soltero, ocupaba él solo un lujoso departamento de veinte<br />

habitaciones. Al serle censada la residencia y anunciada la reducción de su espacio vital<br />

para poder acomodar a algunas familias libradas de las malsanas buhardillas, protestó<br />

ruidosamente y calificó el acto de «verdadero bandolerismo».<br />

199

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!