La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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Tenemos el deber de completar a Arshinov en cuanto a esa despreocupación a que<br />
ha aludido apenas. Porque, por una parte, ella era las más de las veces consecuencia<br />
de otra debilidad, y, por otra parte, estas debilidades morales acosaban a Makhno hasta<br />
llevarlo, frecuentemente, a verdadera mengua, de la que se resentía innegablemente el<br />
movimiento.<br />
Lo paradójico del carácter de Majno fue que, al lado de una superior fuerza de<br />
voluntad y de carácter, este hombre no sabía resistir a ciertas debilidades y tentaciones<br />
que lo arrastraban, y con él a varios amigos y colaboradores. (A menudo eran éstos<br />
quienes lo arrastraban, y él no sabía oponerse resueltamente.) Su mayor defecto fue,<br />
ciertamente, el del abuso del alcohol, al que se habituó poco a poco, lo que llegaba a<br />
ser en ciertos períodos lamentable. El estado de embriaguez se manifestaba en él sobre<br />
todo en el aspecto moral. Físicamente, se mantenía firme pero se ponía maligno,<br />
sobreexcitado, intratable, violento. ¡Cuántas veces, durante mi estancia en el ejército,<br />
lo planté desesperado, no habiendo podido sacar nada de razonable de este hombre por<br />
su estado anormal, y esto en asuntos de gravedad! y en algunas épocas ello llegó a ser<br />
casi su estado normal.<br />
El segundo defecto de Majno, y de algunos de sus íntimos -comandantes o no-,<br />
fue en lo sexual. Sobre todo en estado de ebriedad, estos hombres se permitían actos<br />
inadmisibles -odiosos, sería la palabra-, llegando a realizar orgías en que ciertas<br />
mujeres eran obligadas a participar. Ni que decir que tales actos libertinos causaban<br />
desmoralizador efecto en quienes se enteraban de ellos. Y el buen renombre del alto<br />
mando se resentía.<br />
Esta conducta inmoral entrañaba fatalmente otros excesos y abusos. Bajo la<br />
influencia del alcohol, Majno devenía irresponsable de sus actos, cuyo control perdía. Y<br />
entonces era el capricho personal, apoyado a veces en la violencia, que sustituía<br />
bruscamente al deber revolucionario: lo arbitrario, los despropósitos absurdos, las<br />
extrañas ocurrencias, los remedos dictatoriales de un jefe armado, sustituyendo<br />
extrañamente a la calma, la reflexión, la clarividencia, la dignidad personal, el dominio<br />
de sí, el respeto al prójimo y a la causa, cualidades que no habrían debido abandonar<br />
jamás a un hombre como Majno.<br />
El resultado inevitable de estos desvíos y aberraciones fue un exceso de<br />
sentimiento guerrero, que condujo a la formación de una especie de camarilla militar en<br />
torno de Majno, que a menudo tomaba decisiones y realizaba actos sin tener en cuenta<br />
la opinión del Consejo o de otras instituciones. Perdida la noción de las cosas, ella se<br />
permitía despreciar cuanto le fuera ajeno, y así se apartaba más y más de la masa de<br />
los combatientes y de la población laboriosa.<br />
Citaré un episodio, entre varios de que fui testigo, en apoyo de lo dicho. Una<br />
noche, en que el Consejo trataba sobre la mala conducta de ciertos comandantes, se<br />
presentó Majno, en estado de ebriedad, sobreexcitado en extremo. Extrajo su revólver,<br />
lo apuntó hacia los presentes, moviéndolo de un lado a otro, mientras los injuriaba<br />
groseramente. Y salió en seguida, sin querer oír nada. Aunque la queja fuera infundada,<br />
su modo de proceder merecía mucho más que una queja.<br />
Podría agregar otros episodios del mismo género. Cuidémonos, sin embargo, de<br />
exagerar las sombras, después de haber evitado poner muy en alto las luces.<br />
Según Arshinov «la personalidad de Majno se engrandecía y desarrollaba a medida<br />
que crecía la Revolución. Cada año se hacía más profundo y consciente de su cometido.<br />
En 1921 había ganado muchísimo en profundidad, comparativamente a 1918-19».<br />
Luego, los actos de penosa conducta de Majno y de algunos de sus amigos eran, con<br />
todo, actos aislados y esporádicos, más o menos compensados por un conjunto de<br />
hazañas altamente meritorias. No hay que ver en ellos una línea de conducta; no<br />
fueron sino desvíos.<br />
Lo que importa, justamente, es que no se trataba de la actitud calculada,<br />
permanente, rígida, de un gobierno que, apoyado regularmente en una fuerza<br />
coercitiva, se impusiera siempre y a toda la comunidad. En el ambiente general de<br />
libertad y en razón de esta base -un vasto movimiento popular consciente-, el mal no<br />
podía ser sino una llaga localizada, cuya supuración no podía emponzoñar al organismo<br />
entero. Y, en efecto, una seria resistencia se evidenció contra las desviaciones de Majno<br />
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