La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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En junio de 1918 Majno fue a Moscú para aconsejar con algunos viejos militantes sobre<br />
los métodos y las tendencias a seguir en el trabajo libertario entre los campesinos de Ucrania.<br />
Pero los anarquistas que encontró estaban indecisos y pasivos 85 . No recibió, pues ninguna<br />
indicación ni consejos satisfactorios.<br />
Volvió a Ucrania, más firme aún en sus ideas y proyectos.<br />
En su breve estancia en Moscú, Majno se entrevistó con el viejo teórico del<br />
anarquismo Piotr Kropotkin y con Lenin, lo que relata detalladamente, sobre todo la<br />
conversación con el último, en sus Memorias. Dice en ellas haber estimado en mucho<br />
ciertos consejos de Kropotkin. <strong>La</strong> conversación con Lenin versó sobre estos tres puntos:<br />
la mentalidad de los campesinos ucranianos; las perspectivas inmediatas para Ucrania y<br />
la necesidad para los bolcheviques de crear un ejército regular; y el desacuerdo entre<br />
bolchevismo y anarquismo. Aunque no carente de cierto interés, la conversación fue<br />
demasiado breve y superficial para poder aportar algo realmente importante. No nos<br />
detendremos en ella, pues.<br />
Señalemos aún que los bolcheviques de Moscú ayudaron en cierta medida a Majno<br />
a tomar precauciones para franquear la frontera de Ucrania y desplazarse con el menor<br />
riesgo posible.<br />
Majno consideraba al campesinado como una enorme fuerza histórica.<br />
Desde hacia mucho tiempo, él maduraba –continua Arshinov- la idea de organizar las<br />
grandes masas campesinas y hacer manar la energía revolucionaria acumulada en ellas desde<br />
siglos y precipitar su formidable potencial sobre el actual régimen opresor. Y juzgó llegado el<br />
momento de la ejecución de su idea.<br />
Emprendió, pues, el regreso a Ucrania, con intención de dirigirse a Guliai-Polie.<br />
Era julio de 1918.<br />
El viaje se realizó –refiere Arshinov- con muchas dificultades, clandestinamente, para no<br />
caer en las garras de las autoridades del hetman. Una vez estuvo a punto de perecer, pues fue<br />
arrestado por un destacamento austro-alemán, estando bien provisto de literatura libertaria.<br />
Un conocido, rico judío de Guliai-Polie, lo salvó pagando por su liberación una suma<br />
considerable de dinero. Al continuar su viaje, los comunistas le propusieron escoger una región<br />
determinada de Ucrania para el trabajo revolucionario clandestino en la orientación de ellos. Ni<br />
que decir que hasta rehusó discutir esa proposición: la tarea que él se proponía no tenía nada<br />
de común con la de los bolcheviques.<br />
He aquí, pues, a Majno en Guliai-Polie, esta vez con la decisión irrevocable de perecer o<br />
de obtener la victoria de los campesinos; en todo caso, decidido a no abandonar la región. <strong>La</strong><br />
noticia de su regreso se extendió rápidamente de aldea en aldea. Por su parte, en asambleas y<br />
por medio de la prensa y de volantes, no tardó en mostrarse francamente a las vastas masas<br />
campesinas, incitándolas a acciones decisivas contra el poder del hetman y de los propietarios,<br />
haciendo resaltar que los trabajadores tenían ahora su suerte en sus manos y no debían dejarla<br />
escapar. Su llamado vibrante y enérgico se propagó en algunas semanas por numerosas aldeas<br />
y distritos, preparando las masas para los grandes acontecimientos futuros.<br />
Majno se puso inmediatamente a la obra. Su primera preocupación fue la formar una<br />
compañía revolucionaria militar suficientemente fuerte para garantizar la libertad de agitación y<br />
de propaganda en ciudades y aldeas y comenzar al par operaciones de guerrilla. Esta compañía<br />
fue rápidamente organizada. Había en todas las aldeas elementos maravillosamente<br />
combativos, dispuestos a obrar. Sólo faltaba un buen organizador: éste fue Majno.<br />
<strong>La</strong> misión de su compañía era: a) un trabajo activo de propaganda y de organización<br />
entre los campesinos; b) la lucha implacable contra todos los enemigos. Como fundamento de<br />
esa lucha tenía por lema: «Todo agrario que persiga a los campesinos, todo agente de policía<br />
del hetman, todo oficial ruso o alemán, en tanto que enemigo mortal e implacable de los<br />
campesinos, no hallará piedad alguna y será suprimido». Además, según los principios de los<br />
insurrectos, debía ser ejecutado todo el que participase en la opresión de los campesinos<br />
pobres y de los obreros, en la supresión de sus derechos o en la usurpación de su trabajo.<br />
85 Era en los días subsiguientes de la brutal represión de abril (V. libro I, cap. II). En su conversación con<br />
Majno, Lenin hizo una breve alusión a esos hechos, pretendiendo que los anarquistas de Moscú «amparaban a<br />
bandidos por doquiera». Majno le preguntó si tenía pruebas de ello, y tras una respuesta evasiva de Lenin,<br />
que invocó la competencia de la Cheka, la conversación fue cortada por la intervención de un bolchevique<br />
sobre otro tema. Nada salió, pues, en claro.<br />
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