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La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard

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En el espíritu de los anarquistas, Revolución social quería decir destrucción del<br />

Estado y a la par del capitalismo, y el surgimiento de una sociedad basada en otro<br />

modo de organización social. Para los bolcheviques, Revolución social significaba, por lo<br />

contrario, la resurrección del Estado después de la abolición del Estado burgués, esto<br />

es, la creación de un nuevo Estado poderoso llamado a construir el socialismo.<br />

Los anarquistas consideraban imposible instaurar el socialismo por el Estado. Los<br />

bolcheviques pretendían no poder llegar a ello sino mediante el Estado. <strong>La</strong> diferencia de<br />

interpretación era, pues, fundamental.<br />

(Recuerdo los grandes carteles pegados en las paredes cuando la revolución de<br />

octubre, anunciando conferencias de Trotski sobre la Organización del Poder. «Error<br />

típico y fatal –dije a los camaradas-, porque si se trata de una Revolución social, hay<br />

que preocuparse de la organización de la revolución y no de la organización del<br />

Poder.»)<br />

<strong>La</strong> interpretación del llamamiento a la paz inmediata también difería grandemente.<br />

Los anarquistas entendían por ello una acción directa de las masas armadas mismas,<br />

por encima de gobernantes, políticos y generales. <strong>La</strong>s masas, según ellos, debían<br />

abandonar el frente y volver a sus pueblos, proclamando así altamente ante el mundo<br />

su negativa a luchar estúpidamente por los intereses capitalistas, su disgusto de la<br />

innoble carnicería. Opinaban los anarquistas que precisamente una actitud tal –franca,<br />

integra, decisiva- habría producido efecto fulminante en los soldados de los demás<br />

países y podido comportar, al fin de cuentas, la terminación de la guerra y aun, acaso,<br />

su transformación en una revolución mundial. Y sostenían que era necesario,<br />

aprovechando la inmensidad del país, atraer a él al enemigo, separarlo de sus bases,<br />

descomponerlo y ponerlo fuera de combate. Los bolcheviques temían tal acción directa.<br />

Como políticos y estatistas, deseaban una paz por vía diplomática y política, fruto de<br />

negociaciones con generales y plenipotenciarios alemanes.<br />

¡<strong>La</strong> tierra para los campesinos, las fábricas para los obreros! Los anarquistas<br />

entendían por ello que, sin ser propiedad de nadie, el suelo fuera puesto a disposición<br />

de cuantos quisieran cultivarlo (sin explotar a nadie), de sus asociaciones y<br />

federaciones, y que talleres, fábricas, minas, maquinarias, etc., estuvieran igualmente a<br />

disposición de todas las asociaciones obreras productoras y de sus federaciones, las<br />

cuales regularían por sí mismas, en libre acuerdo, las modalidades y detalles. Los<br />

bolcheviques, en cambio, entendían por ello la estatización de todos lesos elementos:<br />

tierras fábricas, minas, maquinarias, medios de transporte, etc., debían ser propiedad<br />

del Estado, que los entregaría en usufructo a los trabajadores. <strong>La</strong> diferencia de<br />

interpretación era, una vez más, fundamental.<br />

En cuanto a las masas, comprendían intuitivamente esos lemas más bien en<br />

sentido libertario. Pero, ya lo hemos dicho, la voz anarquista era relativamente tan<br />

débil que no llegaba a las vastas masas. Así les parecía a éstas que solamente los<br />

bolcheviques osaban proclamar y defender esos bellos y justos principios. Tanto más<br />

cuanto que el partido bolchevique se proclamaba diariamente y por doquiera el único<br />

partido que luchaba por los intereses de obreros y campesinos; el único que, una vez<br />

en el poder, cumpliría la Revolución social. «Obreros y campesinos: El partido<br />

bolchevique es el único que os defiende. Ningún otro partido sabrá conduciros a la<br />

victoria. El partido bolchevique es vuestro partido, el único realmente vuestro.<br />

¡Ayudadlo a tomar el poder, y triunfaréis!» Esta repetición de la propaganda<br />

bolchevique se hizo verdadera obsesión. Incluso el partido socialista revolucionario de<br />

izquierda (P. S. R. de I. en adelante), partido más fuerte que los pequeños grupos<br />

anarquistas, no pudo rivalizar con los bolcheviques, a pesar de ser tan fuerte entonces,<br />

que los bolcheviques hubieron de tenerlo en cuenta, y concederle, por algún tiempo,<br />

puestos en el gobierno.<br />

Los bolcheviques, los anarquistas y los soviets:<br />

Es interesante comparar la posición de bolcheviques y anarquistas, en vísperas de<br />

la revolución de octubre, frente a la cuestión de los soviets obreros.<br />

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