La Revolucion Desconocida _Volin - fondation Besnard
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compromiso. ¡Camaradas, no volváis al error de vuestros padres! En 1861, nuestros<br />
señores fueron más astutos que nosotros y nos atraparon con poca cosa para evitar<br />
que el pueblo lo tomara todo.»<br />
«Jamás les hemos vendido la tierra –decían los campesinos de la región de Orel;<br />
no tenemos pues que rescatarla. Ya la hemos pagado suficientemente, trabajando por<br />
un salario de hambre. ¡No, de ninguna manera pagaremos rescate! ¡Los señores no han<br />
traído sus tierras de la Luna; sus abuelos se han adueñado de ellas!»<br />
«Un rescate sería una flagrante injusticia frente al pueblo –decían los campesinos<br />
de la región de Kazán-; tendría que devolverse al pueblo no sólo la tierra, sino los<br />
arriendos pagados. Porque esos señores jamás han adquirido la tierra; han sabido<br />
apoderarse de ella para venderla más tarde. Eso es robo.»<br />
«¿Cómo –decían los campesinos al eminente sabio N. Rubakin entre 1897 y<br />
1906-, cómo todos esos señores: Orlov, Demidov, Balashov han recibido sus tierras<br />
gratuitamente de zares y zarinas a modo de regalos? ¡Y ahora tenemos que pagar el<br />
rescate! ¡Esto es injusticia y franca rapiña!»<br />
Los campesinos no querían esperar más y se apropiaban lisa y llanamente de las<br />
tierras, expulsando violentamente a los propietarios que no habían huido todavía. Así<br />
resolvían el problema agrario por propia iniciativa, sin preocuparse de deliberaciones,<br />
maquinaciones y decisiones del gobierno o de la Constituyente.<br />
El ejército, en su mayor parte de campesinos, estaba listo para sostener esta<br />
acción directa.<br />
El gobierno provisional se vio acorralado: o se inclinaba o resistía en lucha abierta<br />
contra los campesinos en revuelta y contra el ejército.<br />
Adoptó, pues, la táctica de mantenerse a la expectativa, como en el problema de<br />
la guerra. Maniobrando con habilidad e inteligencia exhortó a los campesinos a esperar<br />
la Constituyente, que podía establecer cualquier ley y daría satisfacción a los<br />
campesinos. Pero sus llamados eran vanos; esta táctica no prosperaba. El campesino<br />
no tenía la menor confianza en las palabras de los señores en el poder. Había sido<br />
bastante engañado para no creer más en palabras; ahora se sentía fuerte para poder<br />
tomar la tierra, lo que era justo. Y si titubeaba aún, era únicamente por miedo a ser<br />
castigado en proporción a lo cometido.<br />
El problema obrero era tan insoluble para un gobierno burgués como el de los<br />
campesinos. Los obreros buscaban obtener de la revolución el máximo de bienestar y<br />
de derechos. Y el gobierno se esforzaba por reducirlos al mínimo. Luchas inmediatas y<br />
muy graves eran previsibles sobre este campo de batalla. Y, ¿qué medios tenía el<br />
gobierno provisional para hacer prevalecer sus tesis?<br />
El problema puramente económico era también de los más arduos, porque,<br />
estrechamente ligado a los otros problemas, tampoco podía sufrir ninguna demora. En<br />
plena guerra y en plena revolución, en una situación caótica y en un país arruinado, era<br />
necesario organizar nuevamente la producción, los transportes, el comercio y las<br />
finanzas.<br />
Por último, el problema político no presentaba solución admisible. El gobierno<br />
provisional debía convocar lo más pronto posible la Asamblea Constituyente. Pero por<br />
muchas razones se demoraba; debía necesariamente temer a esta Asamblea y su<br />
íntimo deseo era el de diferir la convocatoria para ganar tiempo e instalar, en tanto, por<br />
un golpe de mano feliz, una monarquía constitucional. En la espera, otros obstáculos<br />
peligrosos se le presentaron.<br />
El más serio fue la resurrección de los soviets obreros, especialmente el de<br />
Petrogrado. Este volvió a la actividad en los primeros días de la revolución, por tradición<br />
y también, como en 1905, a falta de otros organismos obreros. Fueron manejados por<br />
los socialistas moderados, mencheviques y socialistas revolucionarios de derecha; con<br />
todo, su ideología y su programa eran absolutamente contrarios a los proyectos del<br />
gobierno provisional; la influencia moral y la actividad del soviet de Petrogrado lo<br />
condujeron rápidamente a rivalizar con el gobierno en detrimento de éste.<br />
El soviet de Petrogrado fue un segundo gobierno; daba la tónica a la vasta red de<br />
soviets de la provincia y coordinaba su acción. Apoyándose sobre toda la clase<br />
trabajadora del país, se hizo rápidamente poderoso. Incluso llegó a adquirir una<br />
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