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vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

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C o n v e r s a c i ó n e n l a c a t e d r a l M a r i o V a r g a s L l o s a<br />

—¿Qué garantía tengo <strong>de</strong> que esa promesa se va a cumplir? —dijo don Fermín.<br />

—En este momento, sólo mi pa<strong>la</strong>bra —dijo él—. Ahora no puedo darle otra garantía.<br />

—Está bien, acepto su pa<strong>la</strong>bra —dijo don Fermín— Voy a hab<strong>la</strong>r con Landa. Si sus soplones<br />

me <strong>de</strong>jan salir <strong>de</strong> mi casa.<br />

—Acaba <strong>de</strong> llegar el general Pinto, don Cayo —dijo el mayor Tijero.<br />

—Espina se ha mostrado bastante racional, Cayo —dijo Pare<strong>de</strong>s—. Pero el precio es alto.<br />

Dudo que el Presi<strong>de</strong>nte acepte.<br />

—La Embajada en España —dijo el general Pinto—. Dice que en su condición <strong>de</strong> general y<br />

<strong>de</strong> ex ministro, <strong>la</strong> Agregaduría militar en Londres sería rebajarlo <strong>de</strong> categoría.<br />

—Nada más que eso —dijo el general Llerena—. La Embajada en España.<br />

—Está vacante y quién mejor que Espina para ocupar<strong>la</strong> —dijo él—. Hará un excelente papel.<br />

Estoy seguro que el doctor Lora estará <strong>de</strong> acuerdo.<br />

—Lindo premio por haber intentado poner al país a sangre y. fuego —dijo el general Llerena.<br />

—Qué mejor <strong>de</strong>smentido para <strong>la</strong>s noticias que corren que publicar mañana el nombramiento<br />

<strong>de</strong> Espina como Embajador en España? —dijo él.<br />

—Si usted permite, yo pienso lo mismo, General —dijo el general Pinto—. Espina ha puesto<br />

esa condición y no aceptará otra. La alternativa sería enjuiciarlo o <strong>de</strong>sterrarlo. Y cualquier medida<br />

disciplinaria contra él tendría un efecto negativo entre muchos oficiales.<br />

—Aunque no siempre coincidimos, don Cayo, esta vez estoy <strong>de</strong> acuerdo con usted —dijo el<br />

doctor Arbeláez—. Yo veo así el problema. Si se ha <strong>de</strong>cidido no tomar sanciones y buscar <strong>la</strong><br />

reconciliación, lo mejor es dar al general Espina una misión <strong>de</strong> acuerdo con su rango.<br />

—De todos modos, el asunto Espina está resuelto —dijo Pare<strong>de</strong>s—. ¿Qué hay <strong>de</strong> Landa? Si<br />

no se le tapa <strong>la</strong> boca a él, todo habrá sido en vano.<br />

—¿Se le va a premiar con una Embajada a él también? —dijo el general Llerena.<br />

—No creo que le interese —dijo el doctor Arbeláez—. Ha sido Embajador varias veces ya.<br />

—No veo cómo po<strong>de</strong>mos publicar un <strong>de</strong>smentido a los cables, si Landa va a <strong>de</strong>smentir el<br />

<strong>de</strong>smentido mañana —dijo Pare<strong>de</strong>s.<br />

—Sí, Mayor, quisiera telefonear a so<strong>la</strong>s —dijo él—. ¿Aló, Lozano? Suspenda el control <strong>de</strong>l<br />

teléfono <strong>de</strong>l senador. Voy a hab<strong>la</strong>r con él y esta conversación no <strong>de</strong>be ser grabada.<br />

—El senador Landa no está, hab<strong>la</strong> su hija —dijo <strong>la</strong> inquieta voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> muchacha y él<br />

apresuradamente <strong>la</strong> ató, con atolondrados nudos ciegos que hincharon sus muñecas, sus pies—.<br />

¿Quién lo l<strong>la</strong>ma?<br />

—Pásemelo inmediatamente, señorita, hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> Pa<strong>la</strong>cio, es muy urgente —Hortensia tenía<br />

lista <strong>la</strong> correa, Queta también, él también—. Quiero informarle que Espina ha sido nombrado<br />

Embajador en España, senador. Espero que esto disipe sus dudas y que cambie <strong>de</strong> actitud. Nosotros<br />

seguimos consi<strong>de</strong>rándolo un amigo.<br />

—A un amigo no se lo tiene <strong>de</strong>tenido —dijo Landa—. ¿Por qué está ro<strong>de</strong>ada mi casa? ¿Por<br />

qué no se me <strong>de</strong>ja salir? ¿Y <strong>la</strong>s promesas <strong>de</strong> Lora al Embajador? ¿No tiene pa<strong>la</strong>bra el Canciller?<br />

— Están corriendo rumores en el extranjero sobre lo ocurrido y queremos <strong>de</strong>smentirlos —dijo<br />

él—. Supongo que Zava<strong>la</strong> estará con usted y que ya le habrá explicado que todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> usted.<br />

Dígame cuáles son sus condiciones, senador.<br />

—Libertad incondicional para todos mis amigos –dijo Landa—. Promesa formal <strong>de</strong> que no<br />

serán molestados ni <strong>de</strong>spedidos <strong>de</strong> los cargos que ocupan.<br />

—Con <strong>la</strong> condición <strong>de</strong> que ingresen al Partido Restaurador los que no están inscritos —dijo<br />

él—. Ya ve, no queremos una reconciliación aparente, sino real. Usted es uno <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l<br />

partido <strong>de</strong> gobierno, que sus amigos entren a formar parte <strong>de</strong> él. ¿Está <strong>de</strong> acuerdo?<br />

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