01.12.2012 Views

vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

C o n v e r s a c i ó n e n l a c a t e d r a l M a r i o V a r g a s L l o s a<br />

—Voy a seguir tratando <strong>de</strong> comunicarme con el Ministro —dijo el Prefecto—. A lo mejor el<br />

señor Bermú<strong>de</strong>z cambió <strong>de</strong> i<strong>de</strong>a y hay que <strong>de</strong>jarlos que hagan el mitin.<br />

—¿No se le podría dar una astil<strong>la</strong> o algo a uno <strong>de</strong> mis hombres? —dijo el que daba <strong>la</strong>s<br />

ór<strong>de</strong>nes—. El sambo, doctor. Está que se <strong>de</strong>smaya <strong>de</strong>l soroche.<br />

—Y si no tenían gente, por qué se metieron al teatro —dijo Ambrosio—. Siendo tan pocos era<br />

una locura, Ludovico. .<br />

—Porque nos contaron el gran cuento y nos lo tragamos —dijo Ludovico—. Tan creídos<br />

estábamos que nos fuimos a comer los rocotos rellenos que quería Hipólito.<br />

—A Tiabaya, que es don<strong>de</strong> los hacen mejor —dijo Molina—. Mójenlos con chicha <strong>de</strong> jora, y<br />

vuelvan a eso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuatro para llevarlos al local <strong>de</strong>l Partido Restaurador. Es el punto <strong>de</strong> reunión.<br />

—¿La razón? —dijo don Emilio Arévalo—. Usted <strong>la</strong> sabe <strong>de</strong> sobra, Lozano. Hundir a<br />

Bermú<strong>de</strong>z, por supuesto.<br />

—Dirá echarle una mano a <strong>la</strong> Coalición, senador —dijo Lozano—. Esta vez no voy a po<strong>de</strong>r<br />

servirlo. No puedo hacerle una cosa así a don Cayo, usted compren<strong>de</strong>. Es el Ministro, mi superior<br />

directo.<br />

—C<strong>la</strong>ro que pue<strong>de</strong>, Lozano —dijo don Emilio Arévalo—. Usted y yo, po<strong>de</strong>mos. Todo<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> nosotros dos. No llega <strong>la</strong> gente a Arequipa y el p<strong>la</strong>n <strong>de</strong> Bermú<strong>de</strong>z se hace trizas.<br />

—¿Y <strong>de</strong>spués, senador? —dijo Lozano—. Don Cayo no le pedirá cuentas a usted. Pero sí a<br />

mí. Yo soy su subordinado.<br />

—Usted cree que quiero servir a <strong>la</strong> Coalición y ahí está su error, Lozano —dijo don Emilio<br />

Arévalo—. No, yo quiero servir al Gobierno. Soy hombre <strong>de</strong>l régimen, enemigo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Coalición. El<br />

régimen tiene problemas porque le han crecido ramas podridas, y <strong>la</strong> peor es Bermú<strong>de</strong>z. ¿Me<br />

entien<strong>de</strong>, Lozano? Se trata <strong>de</strong> servir al Presi<strong>de</strong>nte, no a <strong>la</strong> Coalición.<br />

—¿El Presi<strong>de</strong>nte está enterado? —dijo Lozano—. En ese caso, todo cambia, senador.<br />

—Oficialmente, el Presi<strong>de</strong>nte no pue<strong>de</strong> estar enterado —dijo don Emilio Arévalo—. Para eso<br />

estamos los amigos <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte, Lozano.<br />

La chicha me hizo peor, pensó Trifulcio. La sangre se le había parado, puesto a hervir. Pero<br />

disimu<strong>la</strong>ba, a<strong>la</strong>rgando <strong>la</strong> mano hacia su enorme vaso y sonriendo a Téllez, Urondo, Ruperto y el<br />

capataz Martínez: salud.<br />

Ellos estaban ya picaditos. El cholón maceteado se <strong>la</strong>s daba <strong>de</strong> culto, en <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>l <strong>la</strong>do había<br />

dormido Bolívar, <strong>la</strong>s chicherías <strong>de</strong> Yanahuara eran <strong>la</strong>s mejores <strong>de</strong>l mundo, y se reía con suficiencia:<br />

en Lima no tenían esas cosas ¿no? Le habían explicado que venían <strong>de</strong> Ica, pero no entendía.<br />

Trifulcio pensó: si en vez <strong>de</strong> una, hubiera tomado dos pastil<strong>la</strong>s no me habría vuelto el soroche.<br />

Miraba <strong>la</strong>s pare<strong>de</strong>s tiznadas, <strong>la</strong>s mujeres trajinando con fuentes <strong>de</strong> picantes entre el fogón y <strong>la</strong> mesa,<br />

y se tomaba el pulso. No se había parado, seguía circu<strong>la</strong>ndo, pero <strong>de</strong>spacito. Y hervía, eso sí, ahí<br />

estaban <strong>la</strong>s oleadas calientes batiendo contra su pecho. Que llegara <strong>la</strong> noche, que se acabara el<br />

trabajito <strong>de</strong>l teatro, regresar a Ica <strong>de</strong> una vez. ¿No es hora <strong>de</strong> ir al Mercado?, dijo el capataz<br />

Martínez. Ruperto miró su reloj: había tiempo, no eran <strong>la</strong>s cuatro. Por <strong>la</strong>s puertas abiertas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

chichería, Trifulcio veía <strong>la</strong> p<strong>la</strong>cita, <strong>la</strong>s bancas y los árboles, unos chiquillos haciendo bai<strong>la</strong>r trompos,<br />

los muros b<strong>la</strong>ncos <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesita. No era <strong>la</strong> altura, era <strong>la</strong> vejez. Pasó un carro con altopar<strong>la</strong>ntes,<br />

Todos al Municipal, Todos con <strong>la</strong> Coalición, y Ruperto echó un carajo: ya verán. Quieto characato,<br />

dijo Téllez, aguántate hasta <strong>de</strong>spués. ¿Cómo va el soroche, abuelo?, dijo Ruperto. Mejor, nieto,<br />

sonrió Trifulcio. Y lo odió.<br />

—Todo bien, senador, sólo que he tomado mis precauciones —dijo Lozano—. Irán, pero<br />

menos y los <strong>de</strong>más llegarán muy tar<strong>de</strong>. Cuento con usted por si ...<br />

—Cuenta conmigo para todo, Lozano —dijo don Emilio Arévalo—. Y, a<strong>de</strong>más, cuenta con el<br />

agra<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Coalición. Esos caballeros creen que es un servicio a ellos. Que lo crean,<br />

mejor para usted.<br />

238

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!