01.12.2012 Views

vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

vargas_llosa,_mario-conversacion_de_la_catedral

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

C o n v e r s a c i ó n e n l a c a t e d r a l M a r i o V a r g a s L l o s a<br />

—Estarás pensando que soy un perro que le roba hasta su hijo, que le saca chaveta hasta su<br />

hijo —dijo Trifulcio—. Te juro que esto es préstamo.<br />

—Me da un poco <strong>de</strong> envidia oírlo, señor Zava<strong>la</strong> —dijo Bermú<strong>de</strong>z—. A pesar <strong>de</strong> los dolores<br />

<strong>de</strong> cabeza, <strong>de</strong>be tener sus compensaciones ser padre.<br />

—Pero si está bien, pero si le creo que fue porque sí y que me <strong>la</strong>s pagará —dijo Ambrosio—.<br />

Ya olví<strong>de</strong>se, por favor.<br />

—¿Vive en el Maury; no? —dijo don Fermín—. Venga, lo llevo.<br />

—¿Tú no te avergüenzas <strong>de</strong> mí? —dijo Trifulcio—. Dímelo con franqueza.<br />

—No, muchas gracias, prefiero caminar, el Maury está cerca —dijo Bermú<strong>de</strong>z—. Encantado<br />

<strong>de</strong> haberlo conocido, señor Zava<strong>la</strong>.<br />

—Pero cómo se le ocurre, <strong>de</strong> qué me voy a avergonzar —dijo Ambrosio—. Venga, entremos<br />

juntos al bulín, si quiere.<br />

—¿Tú por aquí? —dijo Bermú<strong>de</strong>z—. ¿Qué haces tú aquí?<br />

—No, anda a hacer tu maleta, que no te vean conmigo —dijo Trifulcio—. Eres un buen hijo,<br />

que te vaya bien en Lima. Créeme que te pagaré, Ambrosio.<br />

—Me mandaban <strong>de</strong> un sitio a otro, me hicieron esperar horas aquí, don Cayo —dijo<br />

Ambrosio—. Ya estaba por regresarme a Chincha, le digo.<br />

—Generalmente, el chofer <strong>de</strong>l Director <strong>de</strong> Gobierno es un asimi<strong>la</strong>do a Investigaciones, don<br />

Cayo —dijo el doctor Alcibía<strong>de</strong>s—: Por cuestiones <strong>de</strong> seguridad. Pero si usted prefiere.<br />

—He venido a buscar trabajo, don Cayo —dijo Ambrosio—. Ya me cansé <strong>de</strong> estar manejando<br />

ese ómnibus charcheroso. Pensé que tal vez usted podría colocarme.<br />

—Sí prefiero, doctorcito —dijo Bermú<strong>de</strong>z—. A ese sambo lo conozco hace años y me inspira<br />

más confianza que un equis <strong>de</strong> Investigaciones. Está ahí en <strong>la</strong> puerta, ¿quiere encargarse, por favor?<br />

—Manejar sé <strong>de</strong> sobra, y el tráfico <strong>de</strong> Lima lo apren<strong>de</strong>ré vo<strong>la</strong>ndo, don Cayo —dijo<br />

Ambrosio—. ¿Usted anda necesitando un chofer? Qué gran cosa sería, don Cayo.<br />

—Sí, yo me encargo —dijo el doctor Alcibía<strong>de</strong>s—. Haré que lo inscriban en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Prefectura, o lo asimilen o lo que sea. Y que le entreguen el auto hoy mismo.<br />

—Está bien, entonces te tomo —dijo Bermú<strong>de</strong>z—. Tienes suerte; Ambrosio, caíste en el<br />

momento preciso.<br />

—Salud —dice Santiago.<br />

74

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!