JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital
JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital
JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
a no aul<strong>la</strong>r <strong>en</strong>tre los lobos ni a rebuznar <strong>en</strong>tre los asnos» 119 .<br />
«Ni Dios ni los hombres esperan de nosotros <strong>la</strong> per<strong>fe</strong>cción; pid<strong>en</strong>,<br />
sin embargo, que, bajo <strong>la</strong> cruz de Jesús y <strong>en</strong> fuerza del primer<br />
mandami<strong>en</strong>to, t<strong>en</strong>gan lugar aquellos dolores que conduzcan al<br />
parto de <strong>la</strong> libertad acabada y a <strong>la</strong> Jerusalén celestial, madre de<br />
los libres, según Gal 4, 26» 120 .<br />
En ese empeño, el Dr. Kásemann ha caminado ya durante<br />
set<strong>en</strong>ta años. Confiesa estar <strong>en</strong> «desacuerdo con su propio pasado,<br />
con <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> teológica <strong>en</strong> que creció y <strong>en</strong> particu<strong>la</strong>r con su maestro,<br />
Bultmann» 121 . Lc parece normal, puesto que «el problema...<br />
de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de continuidad y discontinuidad determina también<br />
nuestro propio crecimi<strong>en</strong>to y maduración: ya no creo <strong>en</strong> una<br />
autocomprcnsión perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te válida, ya se trate de <strong>la</strong>s<br />
épocas, ya de <strong>la</strong> vida de los individuos... Únicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> cuanto<br />
caminamos hacia ade<strong>la</strong>nte <strong>en</strong> un perpetuo éxodo podemos permanecer<br />
líeles a dos cosas: a <strong>la</strong> verdad, y también, por supuesto,<br />
a nuestra humanidad» 122 . El Dr. Kásemann no está cansado<br />
y aún ti<strong>en</strong>e mucho que decirnos. Su voz, «como <strong>la</strong> voz de los libres,<br />
no puede ser oprimida» 123 .<br />
119. Paulinische Perspektiv<strong>en</strong>, 6.<br />
120. La l<strong>la</strong>mada de <strong>la</strong> libertad, 109.<br />
121. Essays on New Testam<strong>en</strong>t Themes, 6.<br />
122. Ibid., 9. Este tema vuelve repetidas veces a <strong>la</strong> pluma de Kásemann<br />
<strong>en</strong> párrafos <strong>fe</strong>lices teológica y literariam<strong>en</strong>te, como los sigui<strong>en</strong>tes: «El éxodo<br />
continuo es <strong>la</strong> contrapartida de <strong>la</strong> libertad cristiana. Libre es sólo aquél que<br />
es capaz de abandonar lo viejo para <strong>en</strong>contrarse hoy y mañana con <strong>la</strong> voluntad<br />
de Dios. Y esto sucede siempre <strong>en</strong> el desierto. Sin el peregrinaje a través<br />
del desierto no hay tierra prometida... nuestra desgracia es que <strong>la</strong> iglesia, como<br />
el hombre viejo, rara vez está dispuesta al éxodo...; quisiera permanecer <strong>en</strong> un<br />
cómodo pasado, incluso cuando Jesús como sumo sacerdote <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ma a <strong>la</strong><br />
libertad arriesgada y a <strong>la</strong> asamblea <strong>fe</strong>stiva <strong>en</strong> el monte Sión. La cristiandad<br />
se ha mostrado siempre cansada <strong>en</strong> su <strong>la</strong>rgo camino a través del tiempo y<br />
por eso estuvo siempre t<strong>en</strong>tada de abandonar su <strong>fe</strong>»: La l<strong>la</strong>mada de <strong>la</strong> libertad,<br />
149. «Es difícil permanecer con él (Jesús), por lo que constantem<strong>en</strong>te hay que<br />
hab<strong>la</strong>r sobre ello y caracterizar <strong>la</strong> <strong>fe</strong> como un permanecer con Jesús. Por<br />
eso se l<strong>la</strong>ma a sí mismo el camino: nunca se llega al final, él se preocupa de<br />
que nunca cesemos de estar <strong>en</strong> camino. Ser discípulo de Jesús no consiste<br />
<strong>en</strong> apr<strong>en</strong>der algo de una vez para siempre, sino <strong>en</strong> un continuo apr<strong>en</strong>dizaje<br />
<strong>en</strong> <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> de Jesús»: Ibid., 186. «El es el camino. Nunca puede dar uno<br />
por concluida <strong>la</strong> marcha; y hoy hay muchos que están de camino con él,<br />
muchos que no lo <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ya <strong>en</strong> <strong>la</strong>s celebraciones litúrgicas dominicales.<br />
¿T<strong>en</strong>emos derecho nosotros, que deberíamos prepararle el camino, a dificultar<br />
de tal manera el acceso a él, que nadie pueda acercársele sin nuestro control<br />
y nuestro permiso ? Si es así se está mejor con los herejes, que lo v<strong>en</strong> y quier<strong>en</strong><br />
permanecer <strong>en</strong> aquello que Jesús les ha mostrado de sí»: Ibid., 195.<br />
123. Ibid., 109.