29.06.2013 Views

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

vez que se vigoriza y perfi<strong>la</strong>, se traba con los demás. La c<strong>la</strong>ve de<br />

esa síntesis, ese Jesús mártir de <strong>la</strong> justicia, des<strong>en</strong>traña su propia<br />

vida, el credo de <strong>la</strong> <strong>fe</strong> eclesial y <strong>la</strong> <strong>historia</strong> del mundo. Da además<br />

rostro a <strong>la</strong>s últimas pa<strong>la</strong>bras: Dios y Padre. Y todo ello <strong>en</strong> un l<strong>en</strong>guaje<br />

actual y significativo para todos. Ap<strong>en</strong>as puede aspirar a<br />

más una cristología.<br />

Sin embargo, hemos de preguntar si ciertos rasgos característicos<br />

de Jesús, ciertas resonancias evangélicas no quedan sil<strong>en</strong>ciadas<br />

y aun, tal vez, excluidas por <strong>la</strong> lógica de ese desarrollo.<br />

Nos re<strong>fe</strong>rimos a <strong>la</strong> lógica que hemos creído descubrir y que hemos<br />

ido exponi<strong>en</strong>do, aun consci<strong>en</strong>tes de que simplificaba <strong>la</strong> exposición<br />

total de Duquoc y dejaba inconsiderados muchos de los complem<strong>en</strong>tos,<br />

que co<strong>la</strong>teralm<strong>en</strong>te introduce. Voy, con modestia también<br />

yo, a precisar algunos de los interrogantes que su cristología<br />

levanta.<br />

En medio de <strong>la</strong> repetida ponderación del don y del perdón,<br />

¿no resulta excesivam<strong>en</strong>te «heroica», si así puede decirse? Hab<strong>la</strong><br />

mucho de los pequeños y marginados pero parece valer casi so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te<br />

para los fuertes, los combati<strong>en</strong>tes por <strong>la</strong> justicia. Llega a<br />

veces a parecer que aquéllos son sólo «el material» de esa noble<br />

campaña de éstos, con lo que <strong>la</strong> justicia volvería a valer más que<br />

los hombres mismos, <strong>en</strong> contra de <strong>la</strong>s aseveraciones de Duquoc.<br />

¿Es que los otros, los hacedores de justicia, no han de s<strong>en</strong>tirse<br />

también profundam<strong>en</strong>te insolv<strong>en</strong>tes, y por ello pequeños y necesitados<br />

de perdón y compasión? El «Padr<strong>en</strong>uestro», espejo del<br />

alma de Jesús, ¿<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra cabida con todos sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos de<br />

a<strong>la</strong>banza, súplica y abandono <strong>en</strong> ese esquema de cristología,<br />

o éste acoge so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te <strong>la</strong> actividad del hombre que reflejaría el<br />

«así como nosotros perdonamos»?<br />

Tal como vi<strong>en</strong>e descrita por Duquoc <strong>la</strong> muerte de Jesús podrían<br />

reconocer<strong>la</strong> como aliada y salvadora aquéllos que muer<strong>en</strong><br />

por <strong>la</strong> justicia. Pero, ¿los demás? ¿Es que esa muerte no es también<br />

compañera y hermana y amparo de tanta muerte vulgar y sin<br />

s<strong>en</strong>tido, y aun de toda muerte, ya que ésta, <strong>en</strong> sí misma y no sólo<br />

por <strong>la</strong>s causas que <strong>la</strong> produc<strong>en</strong>, es sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te angustiosa,<br />

empequeñecedora y, <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido, «inhumana» como para c<strong>la</strong>mar<br />

por un varón de dolores que <strong>la</strong> haga suya y <strong>la</strong> <strong>en</strong>tregue al<br />

gran misterio, al que al mismo tiempo se atreva a l<strong>la</strong>mar Padre ?<br />

En tal caso aquel<strong>la</strong>s fórmu<strong>la</strong>s imprecisas, reducidas casi a símbolos<br />

(«murió por nosotros», «murió para v<strong>en</strong>cer <strong>la</strong> muerte»...)<br />

volverían a resultar sumam<strong>en</strong>te valiosas, junto a <strong>la</strong>s otras que particu<strong>la</strong>rizan<br />

el haz de coyunturas históricas que provocaron <strong>la</strong><br />

muerte de Jesús.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!