29.06.2013 Views

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

i<strong>en</strong>das humanas se está jugando el futuro: «cuando veáis vosotros<br />

que suced<strong>en</strong> estas cosas, sabed que está cerca el reinado de<br />

Dios» (Lc 21, 31).<br />

5. Jesús increpa a sus contemporáneos, porque, sabi<strong>en</strong>do<br />

interpretar para sus intereses materiales los signos del cielo y de<br />

<strong>la</strong> tierra, no sab<strong>en</strong> <strong>en</strong> cambio compr<strong>en</strong>der los signos del tiempo<br />

pres<strong>en</strong>te:<br />

¿Cómo es que no sabéis interpretar el tiempo pres<strong>en</strong>te? (Lc 12, 56).<br />

El tiempo pres<strong>en</strong>te es el único tiempo con el que cu<strong>en</strong>ta el<br />

hombre; lo demás es ya recuerdo o todavía proyecto. Este tiempo<br />

está ll<strong>en</strong>o de señales, presagios y signos a partir de los cuales el<br />

hombre debe construir y salvar su vida. El hombre se hal<strong>la</strong> sumergido<br />

como los demás seres <strong>en</strong> el transcurso del tiempo (<strong>en</strong> el<br />

khrónos), pero para vivir con s<strong>en</strong>tido ha de descubrir <strong>en</strong> ese espacio<br />

temporal el tiempo del acontecimi<strong>en</strong>to (el kairós). Su ceguera<br />

para compr<strong>en</strong>der lo que realm<strong>en</strong>te trae <strong>la</strong> paz al hombre<br />

y a los pueblos, t<strong>en</strong>drá fatales consecu<strong>en</strong>cias, «porque no conociste<br />

<strong>la</strong> oportunidad que Dios te daba» (Lc 19, 44).<br />

6. Para Jesús cuando un hombre ama a su hermano, lo compr<strong>en</strong>de<br />

y lo acoge, lo perdona y lo libera, y <strong>en</strong>tab<strong>la</strong> con él unos<br />

<strong>la</strong>zos de solidaridad, algo nuevo acontece <strong>en</strong> él, de tal manera<br />

que una nueva realidad, que Jesús l<strong>la</strong>ma «Dios», se hace pres<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> vida de ese hombre:<br />

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de<br />

beber, fui extranjero y me recogisteis, estuve desnudo y me vestísteis...<br />

(Mt 25, 35-36).<br />

Como principio concluy<strong>en</strong>te, que a<strong>fe</strong>cta a los diversos cont<strong>en</strong>idos<br />

de <strong>la</strong> acción catequética, estimo que <strong>la</strong> iglesia como comunidad<br />

de salvación deberá esforzarse por pres<strong>en</strong>tar a los hombres<br />

el pres<strong>en</strong>te como el «tiempo propicio», el hoy de Dios, comprometiéndoles<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> búsqueda de s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong> el hoy de sus vidas.<br />

La gran hipoteca que pesa sobre <strong>la</strong> iglesia es haber ap<strong>la</strong>zado hasta<br />

un futuro incierto, pero ll<strong>en</strong>o de promesas, el hoy de <strong>la</strong> salvación<br />

de Dios <strong>en</strong> Jesucristo. El hombre es trsna, sed, porque es m<strong>en</strong>esteroso,<br />

y es <strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te donde debe s<strong>en</strong>tir saciada su sed. La<br />

gran pregunta de Jesús: «¿Cómo es que no sabéis interpretar el<br />

tiempo pres<strong>en</strong>te?», se repite <strong>en</strong> nuestros días cuando ap<strong>la</strong>zamos<br />

hacia un futuro indeterminado lo que debe ser reve<strong>la</strong>ción de un<br />

pres<strong>en</strong>te ll<strong>en</strong>o de s<strong>en</strong>tido. Y a esta pl<strong>en</strong>itud de s<strong>en</strong>tido «l<strong>la</strong>mamos<br />

Dios».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!