29.06.2013 Views

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

JC en la historia y en la fe - Biblioteca Católica Digital

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

g<strong>en</strong>es de Dios hay que tomar<strong>la</strong>s como camino, no nos disp<strong>en</strong>san<br />

de creer <strong>en</strong> el Dios vivo, <strong>en</strong> el Dios de Jesús. El Espíritu de Jesús<br />

nos hace conocer un Dios que re<strong>la</strong>tiviza todas <strong>la</strong>s imág<strong>en</strong>es,<br />

todos los ídolos de izquierdas y derechas que nos forjamos. ¡Qué<br />

lástima que el segundo mandami<strong>en</strong>to del decálogo se haya suprimido<br />

y no nos esté salvando de <strong>la</strong> religión incrédu<strong>la</strong>! Porque el<br />

poder maléfico es aquel que recibe o toma el nombre de Dios<br />

sin serlo. Y esto sucede principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>la</strong>s iglesias.<br />

Toda autoridad que limita a Dios y pret<strong>en</strong>de monopolizarlo y<br />

que se apoya <strong>en</strong> Dios para someter a otros, es un ídolo más que<br />

nos tal<strong>la</strong>mos. El principio de autoridad no debe ahogar el fin de<br />

<strong>la</strong> autoridad que es conducir al único Señor, según el único Señor.<br />

A <strong>la</strong> iglesia no se le ha dado otro poder que el de invitar a<br />

todos al seguimi<strong>en</strong>to de Jesús reconoci<strong>en</strong>do el único señorío de<br />

Dios; poder de dar <strong>la</strong> vida por esta causa.<br />

Y como dice el mismo santo Tomás, ni los dogmas son el<br />

término de nuestra <strong>fe</strong>, sino lo <strong>en</strong>unciado <strong>en</strong> ellos, el misterio del<br />

amor de Dios. Todo rostro que se quiere fijar se convierte <strong>en</strong><br />

máscara y no reve<strong>la</strong>, más bi<strong>en</strong> ve<strong>la</strong> y oculta <strong>la</strong> propia id<strong>en</strong>tidad.<br />

Se pide a todas <strong>la</strong>s religiones una total y verdadera r<strong>en</strong>uncia a sus<br />

esquemas, porque el esquema de Dios exige a él mismo <strong>la</strong> más alta<br />

y dolorosa de <strong>la</strong>s r<strong>en</strong>uncias: <strong>la</strong> crucifixión de su propio Hijo. La necedad<br />

de Dios <strong>en</strong> <strong>la</strong> cruz que se proc<strong>la</strong>ma como <strong>la</strong> más sabia sabiduría<br />

religiosa de <strong>la</strong> humanidad, exige también que <strong>la</strong>s religiones admitan<br />

<strong>la</strong> necedad para alcanzar <strong>la</strong> verdadera sabiduría 8 .<br />

Jesús, imag<strong>en</strong> indiscutible de Dios fue una imag<strong>en</strong> viva y no<br />

tal<strong>la</strong>da y también se nos ha ido. «Os convi<strong>en</strong>e que yo me vaya...<br />

El Espíritu de <strong>la</strong> verdad os irá guiando hacia <strong>la</strong> verdad completa»<br />

(Jn 16, 7.13). El Espíritu de Jesús nos conduce hacia el Señor,<br />

pero al Espíritu hay que dejarle sitio. Ya san Justino <strong>en</strong> el siglo II<br />

escribía estas pa<strong>la</strong>bras que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran contexto adecuado aquí<br />

y c<strong>la</strong>rifican lo que v<strong>en</strong>imos exponi<strong>en</strong>do: «A nosotros los cristianos<br />

nos consideran ateos y ateos nos con<strong>fe</strong>samos nosotros, si<br />

por Dios se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de cualquier idea de Dios» 9 . En realidad el<br />

misterio de Dios «supera todo conocimi<strong>en</strong>to» (Ef 3, 19). No<br />

puede perderse de vista que <strong>en</strong> <strong>la</strong> <strong>historia</strong> de <strong>la</strong> reflexión cristiana<br />

y teológica, siempre ha ocupado un puesto <strong>la</strong> teología apofática<br />

o negativa. Dios es Señor y re<strong>la</strong>tiviza todo lo que puede expresarlo.<br />

El mismo Jesús es <strong>la</strong> «imag<strong>en</strong> de Dios invisible» (Col 1, 15).<br />

8. H. Urs von Balthasar, El camino de acceso a <strong>la</strong> realidad de Dios, <strong>en</strong><br />

Mysterium salutis II-l, 72.<br />

9. San Justino, Apología I, 6: PG 336.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!