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Año 38, nº 124 (1929) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

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Anales de la Universidad<br />

Una comisión de ciudadanos presidida por el doctor Duvimioso<br />

Terra, don Federico Canfield, doctor Anacleto Dufart y Alvarez<br />

y don Pedro B. Casamayou, resolvió a su vez levantar fondos<br />

en toda la República, para promo-ver la inanediata repatriación<br />

de los millares de orientales alejados <strong>del</strong> país durante las<br />

postrimerías <strong>del</strong> santismo y radicadosi en Río Grande, Entre<br />

Ríos, Cori-ientes y Buenos Aires.<br />

El ambiente era de pacificación verdadera y de grandes esperanzas<br />

de resurgimiento político y económico.<br />

«Nuestros conciudadanois — decía el Presidente Tajes en una<br />

circular a los jefes políticos — deben penetrarse de la suprema<br />

necesidad que tenemos de abandonar lamentables desvarios, que<br />

nos han Llevado por caminos tortuosos y extirpar el cáncer de<br />

la febriciente pasión política que detiene al obrero en su tarea<br />

y convierte el taller en el centro de agrias e inútiles disputas.<br />

Enseñemos que no hay más voluntad que la prescripción constitucional,<br />

que no existe armonía ni libertad, cuando no hay sinceridad,<br />

que el trabajo fecunda todos los bienes y los hace permanentes,<br />

que la paz es la primera condición de la vida y que<br />

les derechos son tanto má,s respetables cuanto mes se cumplen<br />

los deberes. .. Si nuestros compatriotas han demostrado en 65<br />

años de incesante batallar, la altivez y valentía de la raza, ¿por<br />

qué ahora no han de exhibir en el trabajo ennoblecedor y fecundo<br />

de la paz, igual fortaleza y ardor? Para conseguir este anhelo,<br />

necesitamos inculcar el principio de la iniciativa particular,<br />

que ha sido casi nulo hasta el presente entre nosotros. Estamos<br />

acostumbrados a considerar el Gobierno como una Providencia,<br />

confiando en que él realizará las empresas que deseamos.<br />

Esta tutoría <strong>del</strong> Estado no es propia de países nuevos y ricos,<br />

sino de naciones en que la lucha por la vida ha adquirido su<br />

máximo de intensidad. . . Traigo al Gobierno el firme propósito<br />

de cooperar al desarrollo <strong>del</strong> progreso. . . Gobernar no es<br />

simplemente poblar, porque la densidad de la población no ofrect<br />

fecundos resultados sino cuando la tierra y la conducta de<br />

los gobernantes, ofrecen elementos d© radicación y asimilación<br />

permanentes e influyen por esos medios de un modo poderoso<br />

en la elaboración progresiva d© la nueva nacionalidad de que<br />

es fuente principal eil movimiento inmigratorio. Debe usíted,<br />

pues, estimular en su esfera cuanta iniciativa de a<strong>del</strong>anto se<br />

produjera, seguro de que el Poder Administrador secundará en<br />

su marcha general ese esipíritu laudable».

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