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Año 38, nº 124 (1929) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

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94 Anales de la L'nivcrsidad<br />

más a<strong>del</strong>ante, prosiguió la discusión <strong>del</strong> proyecto, hasta pasarlo<br />

al Senado, aunque no ya con el entusiasmo inicial, puesto que a<br />

despecho de las seguridades ministeriales, cada día se arraigaba<br />

más la convicción de que Los fondos habían sido arrebatados<br />

por las especulaciones bursátiles y que ningún aporte serio podía<br />

prestar el tesoro público a la inmigración y colonización.<br />

La Escueía de Agricultura de Toledo.<br />

La Escuela de Agricultura situada en Toledo, que desde su<br />

fundación dependía de la Dirección de Agricultura, fué confiada<br />

en 1887 a la Asociación. Rural. Bl personal <strong>del</strong> establecimiento<br />

era muy exiguo: un agrónomo - veterinario, un encargado<br />

de la Escuela y dos peones; y los servicios que prestaba<br />

al país, tenían que ser y eran efectivamente muy pobres.<br />

Diversas industrias. La viticultura.<br />

En 1887 quedó instalada la Sociedad Vitícola <strong>Uruguay</strong>a con<br />

un capital de $ 100,000, destinado a la compra de campo aparente<br />

y plantación de un viñedo de 100 hectáreas. Uno de sus<br />

iniciadores don Federico R. Vidiella, advertía a los agricultores<br />

en esa oportunidad, que en su establecimiento de Toledo<br />

había plantado 22,000 pies de viña, a razón de 4,141 por cuadra<br />

cuadrada, obteniendo a los 30 meses. 28 bor<strong>del</strong>esas de vino<br />

por cuadra, que al precio de $ 30 cada una, le producían 600 pesos<br />

líquidos por cuadra, y ello apesar de que su cultivo era<br />

prolijo y caro.<br />

La demostración de los resultados obtenidos, resultaba concluyente,<br />

y se pensó entonces en la necesidad de honrar a los<br />

dos hombres que con su inteligente tenacidad habían dado el<br />

primer impulso a la viticultura: don Francisco Vidiella en Montevideo<br />

y don Pascual Harriague en el Balto.<br />

Don Domingo Ordoñana tomó la iniciativa <strong>del</strong> homenaje a<br />

la memoria de don Francisco Vidiella, y de esa iniciativa surgió<br />

la idea de la estatua que poco después era erigida en la<br />

plaza pL\)lica de Villa Colón, con el producto de una suscripción<br />

popular, a la que aportó don Federico R. Vidiella el preniii<br />

de 2,500 pesos acordado por una ley de 1877 a la granja de su<br />

padre. «Algún día, había dicho don Francisco Vidiella, según

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