22.04.2013 Views

Las estaciones de la imaginación - rodriguezalvarez.com

Las estaciones de la imaginación - rodriguezalvarez.com

Las estaciones de la imaginación - rodriguezalvarez.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

6. EL LADO OSCURO DE LO IDEAL: LOS DEMONIOS O LAS MÁQUINAS EN EL JARDÍN<br />

98<br />

230<br />

235<br />

240<br />

245<br />

250<br />

255<br />

260<br />

265<br />

270<br />

una oleada más fuerte <strong>de</strong> aquellos tonos familiares, oídos a diario a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l<br />

sol en el pueblo <strong>de</strong> Salem, pero nunca hasta ahora <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una nube nocturna.<br />

Había una voz joven <strong>de</strong> mujer, <strong>la</strong>nzando <strong>la</strong>mentos aunque con una dudosa<br />

pena, e implorando algún favor que, quizá, le iba a pesar obtener; y toda <strong>la</strong><br />

invisible multitud, los santos <strong>com</strong>o los pecadores, parecía animarlo a proseguir.<br />

—¡Fe! —gritó Goodman Brown, con acento <strong>de</strong> agonía y <strong>de</strong>sesperación. Y<br />

los ecos <strong>de</strong>l bosque se bur<strong>la</strong>ron <strong>de</strong> él, repitiendo: “¡Fe! ¡Fe!”, <strong>com</strong>o si innumerables<br />

<strong>de</strong>sdichados estuviesen buscándo<strong>la</strong> por <strong>la</strong> espesura.<br />

El grito <strong>de</strong> pena, rabia y terror horadaba todavía <strong>la</strong> noche, y ya el infeliz<br />

marido contenía el aliento, esperando una respuesta. Hubo un grito, en seguida<br />

apagado por un más alto rumor <strong>de</strong> voces, envueltas en remotas carcajadas,<br />

mientras <strong>la</strong> oscura nube se alejaba, <strong>de</strong>jando el cielo c<strong>la</strong>ro y silencioso sobre<br />

Goodman Brown. Pero algo bajó revoloteando por los aires y fue a caer sobre<br />

<strong>la</strong>s ramas. El joven a<strong>la</strong>rgó su mano y contempló una cinta roja.<br />

—¡Mi Fe está perdida! —gritó, tras un momento <strong>de</strong> estupor—. No existe el<br />

bien en <strong>la</strong> tierra, y el pecado no es más que un hombre. ¡Ven, Satanás, pues a ti<br />

pertenece este mundo!<br />

Y, enloquecido por <strong>la</strong> <strong>de</strong>sesperación, que le hacía reír en incesantes carcajadas,<br />

Goodman Brown cogió su bastón* y se puso <strong>de</strong> nuevo en marcha, con tal<br />

rapi<strong>de</strong>z que parecía vo<strong>la</strong>r, más que andar o correr, por <strong>la</strong> senda <strong>de</strong>l bosque. El<br />

camino se hacía más salvaje y temeroso, y más tenue su trazado; hasta que al<br />

fin se <strong>de</strong>svaneció, <strong>de</strong>jándolo en el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> negra espesura, todavía <strong>la</strong>nzado<br />

hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte con el instinto que guía a los mortales hacia el mal. Todo el<br />

bosque se hal<strong>la</strong>ba pob<strong>la</strong>do <strong>de</strong> horribles sonidos: el crujir <strong>de</strong> los árboles, el<br />

aullido <strong>de</strong> <strong>la</strong>s bestias salvajes y el ulu<strong>la</strong>r* <strong>de</strong> los indios; mientras, a veces, el<br />

viento tañía* <strong>com</strong>o <strong>la</strong> lejana campana <strong>de</strong> una iglesia, y otras ro<strong>de</strong>aba al viajero<br />

con sus agudos gritos, <strong>com</strong>o si toda <strong>la</strong> Naturaleza se le bur<strong>la</strong>se. Pero era él<br />

mismo lo más horrible <strong>de</strong> <strong>la</strong> escena, y no se espantaba <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más horrores.<br />

—¡Ja, ja, ja! —rugía Goodman Brown cuando el viento se reía <strong>de</strong> él—.<br />

Vamos a ver quién ríe más alto. No pienses asustarme con tus artes diabólicas.<br />

¡Venid, brujas, magos, hechiceros indios; venga el mismo diablo, que aquí<br />

llega Goodman Brown! Podéis temerle tanto <strong>com</strong>o él os teme.<br />

Y en verdad que en todo el bosque no podía haber nada más espantoso que<br />

su figura. Corriendo por entre los negros pinos, b<strong>la</strong>ndía su bastón con gestos<br />

frenéticos, ya <strong>de</strong>jando escapar una horrible b<strong>la</strong>sfemia, ya <strong>la</strong>nzando tal carcajada<br />

que hacía <strong>de</strong>spertar a todos los ecos <strong>de</strong>l bosque, riendo <strong>com</strong>o <strong>de</strong>monios a su<br />

alre<strong>de</strong>dor. El mal espíritu en su propia apariencia resulta menos horrible que<br />

albergado en el pecho <strong>de</strong>l hombre. Así proseguía el en<strong>de</strong>moniado su carrera,<br />

hasta que, trému<strong>la</strong> entre los árboles, vio ante sí una luz roja, <strong>com</strong>o cuando se<br />

pren<strong>de</strong> fuego a los troncos y ramas sobrantes <strong>de</strong> una ta<strong>la</strong>* y reflejan su resp<strong>la</strong>ndor<br />

contra el cielo a <strong>la</strong> medianoche. Se <strong>de</strong>tuvo, calmada un momento <strong>la</strong> tempestad<br />

que lo había arrastrado hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte, y oyó el rumor <strong>de</strong> lo que parecía un<br />

himno, resonando solemnemente a lo lejos con el concurso <strong>de</strong> muchas voces.<br />

Sabía <strong>la</strong> canción; era una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s familiares en el coro <strong>de</strong> <strong>la</strong> capil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l pueblo.<br />

Sus versos morían lentamente a lo lejos, y eran prolongados por un a<strong>com</strong>pañamiento,<br />

no <strong>de</strong> voces humanas, sino <strong>de</strong> todos los sonidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> nocturna espesura<br />

cayado, báculo<br />

gemir<br />

sonaba<br />

poda, corte

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!