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LA ZONA MUERTA - www.moreliain.com

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<strong>com</strong>prendan.<br />

El le sonreía, pero debía hacer un esfuerzo para que la sonrisa no se borrara.<br />

–Ya lo creo. Mamá, ¿quieres hacer el favor de ir a la sala de enfermeras y<br />

preguntarle a Marie si puede servirme un zumo? ¿O quizás un ginger ale?<br />

Supongo que he perdido la costumbre de hablar, y la garganta...<br />

–Claro que sí. –Vera le besó la mejilla y se levantó–. Oh, estás muy delgado.<br />

Pero ya me ocuparé de eso cuando vuelvas a casa.<br />

Salió de la habitación, y al pasar frente a Herb le echó una sola mirada<br />

triunfal. Oyeron el repiqueteo de sus zapatos en el corredor.<br />

–¿Cuánto hace que está así? –preguntó Johnny en voz baja.<br />

Herb meneó la cabeza.<br />

–Empeoró gradualmente a partir de tu accidente. Pero todo había empezado<br />

mucho antes. Tú lo sabes. Lo recuerdas.<br />

–¿Está... ?<br />

––Lo ignoro. En el Sur hay personas que manipulan serpientes. Yo las<br />

definiría <strong>com</strong>o locas. Tu madre no hace eso. ¿Cómo te encuentras, Johnny? De<br />

veras.<br />

–No lo sé –respondió Johnny–. Papá, ¿dónde está Sarah?<br />

Herb se inclinó hacia adelante y unió las manos entre sus rodillas.<br />

–No me gusta decirte esto, John, pero...<br />

–¿Se ha casado? ¿Se ha casado?<br />

Herb no contestó. Sin mirar de frente a Johnny, hizo un ademán afirmativo<br />

con la cabeza.<br />

–Dios mío –exclamó Johnny, inexpresivamente–. Era lo que me temía.<br />

–Va a hacer tres años que se casó con Walter Hazlett. Un abogado. Tuvieron<br />

un varón. John... nadie creía realmente que ibas a despertar. Excepto tu madre,<br />

por supuesto. Ninguno de nosotros tenía ninguna razón para creer que<br />

despertarías. –Ahora su voz temblaba, enronquecida por el remordimiento–. Los<br />

médicos dijeron... bah, no importa lo que dijeron. Incluso yo me di por vencido.<br />

Aborrezco tener que confesarlo, pero es la verdad. Lo único que puedo decirte<br />

es que trates de entender mi actitud... y la de Sarah.

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