08.05.2013 Views

LA ZONA MUERTA - www.moreliain.com

LA ZONA MUERTA - www.moreliain.com

LA ZONA MUERTA - www.moreliain.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

conciencia. Lo miró con la misma expresion con que habría mirado a una víbora<br />

inmediatamente después de descubrir que era venenosa.<br />

–Señor Smith –graznó el auricular con tono metálico–. ¿Hola? ¿Señor Smith?<br />

–Aquí estoy –respondió Johnny, acercando nuevamente el auricular a su<br />

oído.<br />

Experimentaba un sordo rencor contra Sam Weizak. Sam, que le había dicho<br />

ese mismo verano que tratara de pasar inadvertido, y que después había dado<br />

media vuelta y le había calentado la cabeza a ese sheriff palurdo... a espaldas<br />

de Johnny.<br />

–Se trata de los estrangulamientos, ¿verdad?<br />

Bannerman vaciló un largo rato. Por fin preguntó:<br />

–¿Podríamos conversar, señor Smith?<br />

–No. Categóricamente no. –El sordo rencor se había trocado en una furia<br />

repentina. Furia y algo más. Tenía miedo.<br />

–Esto es importante, señor Smith. Hoy...<br />

–No. Quiero que me deje en paz. Además, ¿acaso no lee el condenado Inside<br />

View? De todas maneras soy un impostor.<br />

–El doctor Weizak dijo...<br />

–¡Él no tiene derecho a decir nada! –vociferó Johnny. Temblaba de pies a<br />

cabeza–. ¡Adiós!<br />

Colgó violentamente el auricular y salió deprisa del nicho del teléfono, <strong>com</strong>o si<br />

así pudiera impedir que éste volviese a sonar. Sintió que la jaqueca empezaba a<br />

materializarse en sus sienes. Unos toquecitos de taladro. Quizá debería<br />

telefonear a la madre de Sam, en California, pensó. Para informarle dónde está<br />

su hijito perdido. Para decirle que se <strong>com</strong>unique con él. Una cosa por la otra.<br />

En cambio extrajo la agenda guardada en el cajón de la mesa del teléfono,<br />

buscó el número de la consulta de Sam, en Bangor, y lo marcó. Apenas oyó que<br />

sonaba una vez, en el otro extremo de la línea, colgó, asustado. ¿Por qué Sam<br />

le había hecho esto? ¿Por qué, el muy maldito?<br />

Se encontró mirando el árbol de Navidad.<br />

Los mismos viejos adornos. Habían vuelto a bajarlos del desván y habían

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!