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LA ZONA MUERTA - www.moreliain.com

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difundirlo por radio, ¿no le parece? Se busca a un individuo.<br />

Bannerman soltó una risita que parecía un ladrido.<br />

–A las 9.55 mi hija y su amiga Susan pasaron de vuelta rumbo a la escuela.<br />

Entonces, aproximadamente a las 10.05, pasó Mary Kate Hendrasen... sola.<br />

Katrina y Sue la vieron bajar la escalinata de la escuela en el momento en que<br />

ellas subían. Las tres se saludaron.<br />

–Dios mío –murmuró Johnny. Se pasó las manos por el pelo.<br />

–El último dato es el de las 10.30. Volvían los tres chicos de quinto grado.<br />

Uno de ellos vio algo sobre el pabellón de conciertos. Era Mary Kate, con sus<br />

leotardos y sus bragas tironeados hacia abajo, las piernas empapadas en<br />

sangre, la cara... la cara...<br />

–Tranquilícese –dijo Johnny, y apoyó la mano sobre el brazo de Bannerman.<br />

–No, no puedo tranquilizarme –replicó Bannerman. Hablaba con tono casi<br />

<strong>com</strong>pungido–. Nunca había visto algo semejante en mis dieciocho años de<br />

servicios en la policía. Violó a la niña y eso habría bastado... habría bastado,<br />

sabe, para matarla... el médico forense dijo que lo hizo de una manera.., le<br />

reventó algo y eso... sí, probablemente la habría, bueno... la habría matado...<br />

pero él no se conformó y tuvo que estrangularla. Tenía nueve años y la<br />

estranguló y la dejó... la dejó sobre el pabellón de conciertos con las bragas<br />

bajadas.<br />

De pronto Bannerman se echó a llorar. Las lágrimas le anegaron los ojos<br />

detrás de las gafas y después le rodaron por las mejillas formando dos regueros.<br />

En la barra, los dos miembros de la cuadrilla de carreteras de Bridgton<br />

conversaban sobre el Superbowl. Bannerman volvió a quitarse las gafas y se<br />

enjugó el rostro con el pañuelo. Sus hombros se sacudían convulsivamente.<br />

Johnny esperó, revolviendo apáticamente el chile.<br />

Después de poco tiempo Bannerman guardó el pañuelo. Tenía los ojos rojos y<br />

Johnny pensó que su cara parecía extrañamente desnuda sin las gafas.<br />

–Lo siento, hombre –murmuró–. Ha sido una jornada muy larga.<br />

–Está bien –asintió Johnny.<br />

–Sabía que me pasaría esto, pero pensé que podría resistir hasta que

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