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LA ZONA MUERTA - www.moreliain.com

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–¿Esas porras son legales? –le preguntó.<br />

–¿A quién le importa? –replicó el hombre, riendo–. De todas maneras sólo las<br />

usan para alardear. –Siguió aplaudiendo–. ¡Duro con ellos, Greg! –gritaba.<br />

La guardia de honor formada por los motociclistas se desplegó alrededor del<br />

pabellón de conciertos y se colocó en posición militar de descanso.<br />

Los aplausos amainaron, pero aumentó el volumen de las conversaciones. La<br />

boca colectiva de la multitud había tomado un aperitivo y le había gustado el<br />

sabor.<br />

Camisas pardas, pensó Johnny, mientras se sentaba. Camisas pardas, eso<br />

es lo que son.<br />

Bueno, ¿y qué? Quizás era mejor así. Los norteamericanos eran poco<br />

aficionados a los métodos fascistas... e incluso los derechistas empedernidos<br />

<strong>com</strong>o Reagan no congeniaban con esas exhibiciones. Este era un hecho<br />

concreto, a pesar de las pataletas de la nueva izquierda y de las canciones de<br />

Joan Baez. Ocho años atrás, las tácticas fascistas de la policía de Chicago<br />

habían contribuido a hacerle perder las elecciones a Herbert Humphrey. A<br />

Johnny no le importaba que los tipos parecieran muy pulcros. Si trabajaban para<br />

un candidato a la Cámara de Representantes, eso significaba que Stillson<br />

estaba a punto de extralimitarse. Si no fuera tan macabro, sería realmente<br />

gracioso.<br />

De cualquier forma habría preferido no estar allí.<br />

4.<br />

Inmediatamente antes de las tres, el estruendo de un bombo hizo vibrar el<br />

aire y se dejó sentir a través de las plantas de los pies antes de que lo captaran<br />

realmente los oídos. Otros instrumentos empezaron a a<strong>com</strong>pañarlo<br />

gradualmente, y todos se amalgamaron en una banda en movimiento que<br />

interpretaba una marcha de Sousa. Una verbena electoral pueblerina, en un<br />

perfecto día de verano.<br />

La muchedumbre se levantó nuevamente y las cabezas giraron hacia el lugar<br />

de donde procedía el sonido. La banda no tardó en aparecer: primero una chica

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