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Módulo 10B
pañeras eventuales porque desde entonces tienes una compañera estable...”
Luego espere y vea lo que viene. Evite el más mínimo signo de
incredulidad o enojo. Deje claro, con una mirada atenta e interesada, que
apreciaría mucho que le dijera algo más acerca de él y de cuándo usa y
cuándo no usa condón con sus diferentes amigas.
Esté atento para notar cuándo algo va “mal” en una entrevista; el entrevistador
debe siempre asumir la culpa. Él es quien “no hizo la pregunta con claridad”, o
quien “no entendió la respuesta”, y por eso repite la pregunta. El entrevistador
está recibiendo un “regalo” en forma de información, y debe demostrar con expresiones
verbales y corporales cuánto lo aprecia. Su interlocutor va a sentirse
alentado si usted asiente con un movimiento de la cabeza o verbalmente, o si
repite sus últimas palabras. Un silencio por parte del entrevistador también puede
percibirse como signo alentador para que el informante continúe hablando.
4) Anotar las respuestas nunca debe ser a costa del contacto visual con el informante,
incluso si la información recopilada no es particularmente delicada.
Es preferible garabatear en una pequeña libreta que tomar notas más extensas,
puesto que a partir de esos trazos rápidos el entrevistador puede completar
la información inmediatamente después de cada entrevista. Es recomendable
tomar notas breves aun cuando se use una grabadora, por si acaso ésta llegara
a fallar. Detallar las notas después de una entrevista toma más tiempo que la
propia entrevista, y la trascripción completa de una entrevista grabada puede
tomar de cinco a diez veces la duración de la entrevista, y con frecuencia aún
más.
5) Mantener el control de la entrevista sin imponerse a su interlocutor es una
habilidad que todo investigador debe dominar. Si bien el entrevistador puede
animar la aportación de información espontánea (casi siempre valiosa), parte de
esta información puede distraer de los temas principales. El entrevistador debe
propiciar no sólo un buen comienzo en la entrevista, sino también un final satisfactorio.
Entre tanto, deben cubrirse todos los temas; de otro modo va a ser
imposible comparar la información obtenida de los diferentes informantes o, en
el caso de los informantes clave, ésta no va a ser comprehensiva. De aquí que a
veces el entrevistador deba detener a los informantes que se vayan de largo con
gran entusiasmo. Esto debe hacerse de manera muy educada: “Gracias, esto
está muy interesante, pero ¿te importaría regresar a la pregunta anterior (o pasar
a la siguiente)? Esta (especifique) todavía no me queda clara.”
Al final, el entrevistador debe no sólo resumir la entrevista, lo que puede llevar a
una valiosa nueva discusión, sino también responder a las preguntas que surjan
durante la entrevista, hacer recomendaciones (de ser necesario o si se le solicitan)
y darles una oportunidad a otras preguntas del informante. Dichas discusiones
y preguntas “posteriores a la entrevista” siempre deben registrarse, al igual
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