Progreso y vicisitudes del idioma castellano en nuestros cuerpos ...

AL LECTOR.
Cuando emprendí esta obra, creíla fácil tarea : despues de ímprobas
fatigas durante el corto tiempo señalado para el concurso,
me he convencido de que apenas quedan delineados los cimientos
del edificio. De gran provecho sería para las letras el que
otros, con mas holganza, se dedicaran á inquirir los orígenes del
l •OMCITICe , y las causas de sus variaciones succesivas, empresa
que necesita profundos conocimientos en las lenguas sábias y
no escasos en las orientales, de que carezco por completo , y
sin cuyo auxilio manca é imperfecta resultará la obra. Iféme
atrevido á acometerla, sin embargo, en cuanto á los códigos,
para que filólogos más inteligentes y ménos rodeados de ocupaciones
enojosas se empeñen en continuarla con utilidad para
el país y propia honra. Confiadamente lo espero; que gran cosa
es para concluir un trabajo el haberse comenzado , y no han de
faltar ingenios en España que den felice cima á la obra iniciada
por la Real Academia, que en mí ha premiado
Más que lo dulce del canto,
la novedad del intento. (*)
Madrid I.' de Noviembre de 1863.
(*) Quevedo.
LEON GALINDO Y DE VERA.