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La ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación en Querétaro. Historia, realidad y proyecciones.agosto de 1877 La Sombra de Arteaga publicó una nota en donde aparecía una lista con una seriede implementos, presentados como útiles para la cátedra de Física. Entre ellos, estaban un carreteRumh Korff, un motor eléctrico, un regulador, tubos de Guissler, un voltámetro, una máquinaneumática chica con hemisferios de Magdeburgo, una cámara fotográfica, un higrómetro, untelescopio, un microscopio grande y un teodolito, entre otros (La Sombra de Arteaga, 9 de agostode 1877). Díaz dice que estos instrumentos fueron traídos directamente de Francia (Díaz, 1979,85).Al llegar a la gubernatura el General Olvera, hombre de extracción popular, causó grataimpresión al hacer posible una serie de reformas en la educación, en general, y en el ColegioCivil en particular. Además de la remodelación total del edificio, que corrió a cargo del ingenieroNoriega, se creó el jardín botánico, obra de Ricardo Gutiérrez (Díaz, 1979, 147; La Sombra deArteaga, 11 de noviembre de 1886).Durante el primer gobierno de Francisco González de Cosío se construyó un observatoriometeorológico en la parte alta del Colegio Civil, al cual dotó con todos los instrumentosnecesarios (Díaz, 1979, 116). El observatorio enviaba al periódico oficial, cada semana, elresumen de las temperaturas, los vientos, las nubes, la cantidad de lluvia caída y la humedadrelativa, notas que eran publicadas puntualmente.En este Colegio se formaron casi todos los hombres considerados como distinguidos en nuestroestado, en la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del XX. La Sombra de Arteagacita como ilustres hijos del Colegio Civil al “Dr. Pedro Escobedo, a Ignacio Ramírez (ElNigromante), al Dr. José Luis Mora y a otros ilustres personajes que honra son de la República enel foro, la medicina, el sacerdocio, la política y el ejército nacional” (La Sombra de Arteaga, 3 demarzo de 1886). En las biografías elaboradas por Díaz sobre los queretanos distinguidos --tantoen las ciencias como en las artes o en la política--, resalta con mucho orgullo este hecho.Tecnología aplicadaHistóricamente la industria textil ha sido una de las bases del desarrollo en Querétaro. Durante elsiglo XIX la tónica siguió siendo la misma. Había desde las grandes fábricas (como el consorciode Cayetano Rubio integrado por El Hércules, La Purísima y San Antonio) hasta las másmodestas (como la fábrica de tejidos San José), “dotadas de máquinas ad hoc de lo más nuevoque se conoce en Inglaterra y los Estados Unidos” (La Sombra de Arteaga, 22 de febrero de1891). Para consolidar el crecimiento industrial, Rubio inició un proceso de modernización alintroducir nuevas tecnologías y mejoras materiales. Para asegurar el abasto de agua, hizo traerdesde Inglaterra una rueda hidráulica de 45 pies de diámetro, la cual fue traída hasta Querétaro enlomo de mula, cruzando la Sierra Gorda. Estas penurias, y la necesidad de ampliar el mercado, lehicieron convertirse en el principal impulsor del proyecto del camino de Tampico (Soto, 2003),mismo que necesitaría del concurso de la ingeniería y de los capitales. Al final, faltaron loscapitales.En el rubro de las mejoras materiales, hizo una serie de adecuaciones para modernizar la fábrica.Así, amplió las ventanas para que las salas estuvieran bien iluminadas y mejor ventiladas; lalimpieza y el orden era su característica, e introdujo el sistema de letrinas para mejorar lascondiciones higiénicas y de salud entre los trabajadores (Septién, 1880, citado en Soto, 2003,107). En este breve párrafo se conjugan varios factores identificados con la modernidad y el114