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La ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación en Querétaro. Historia, realidad y proyecciones.que iniciaron actividades en el Laboratorio de Estudios Médicos y Biológicos --representantes deaquella generación de republicanos españoles que llegaron a México hacia principios de los años 40--. Se elaboró el árbol genealógico de los grupos que integraban al Departamento de Fisiología, y seseñalaron las principales líneas de investigación derivadas de esa escuela de pensamiento.También se presentaban las aspiraciones a futuro y un plan de crecimiento a mediano plazo, sentandolas bases de lo que podía ser el nuevo centro, en caso de que fuera apoyado por las autoridadescorrespondientes. El documento fue presentado al Consejo Interno y finalmente se obtuvo suaprobación para presentarlo al coordinador de la Investigación Científica hacia septiembre de 1988,mediante los doctores Librado Ortiz y Flavio Mena. El coordinador José Sarukhán opinó que era unapropuesta interesante pero que requería mucho trabajo para fortalecer los argumentos y convencer alConsejo Técnico de la Investigación Científica (CTIC) para apoyar el proyecto.Habría que considerar la situación por la que atravesaba la UNAM. Estaba por terminar su rectoradoel doctor Jorge Carpizo MacGregor e iniciándose las auscultaciones para la designación de un nuevoRector. Aún resonaban ecos del conflicto con el Consejo Estudiantil Universitario que, haciaprincipios de 1987, llevó a la institución a una huelga estudiantil. El entorno nacional no estaba ajenotampoco a diversos problemas económicos y políticos (entre ellos, el conflicto poselectoral surgido delos comicios del 6 de julio de 1988, entre Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc CárdenasSolórzano). Ante los cambios inminentes en Rectoría y en el gobierno federal, la Universidad sedebatía en un ambiente de inquietud y agitación. El Sindicato de Trabajadores (STUNAM) estallóuna huelga por la revisión de su contrato y en demanda de aumento salaria el 1 de noviembre de1988, que perduró hasta el 4 de diciembre, justo después de la toma de posesión de Salinas de Gortaricomo Presidente de la República.En ese contexto se insertaba la primera propuesta de creación de un nuevo centro de investigaciónque se dedicara exclusivamente al cultivo de las neurociencias en la UNAM. El doctor Sarukhánindicó que el proyecto debía ser revisado por una comisión del CTIC para que ésta diera su opinión yla presentara al pleno del Consejo, el cual hizo una serie de cuestionamientos y pidió que seenriqueciera la propuesta. Así, en octubre de 1988 se amplió la comisión del Departamento quetrabajaba en la elaboración del documento. Al estallar la huelga el STUNAM, se decidió queaprovecháramos para reunirnos los miembros del Departamento de Fisiología con la finalidad detrabajar de manera coordinada y más expedita en responder a las solicitudes que había pedido lacomisión del CTIC. Y puesto que la UNAM estaba cerrada, nos reuníamos en el flamante edificio delInstituto Mexicano de Psiquiatría, recién estrenado, y bajo la hospitalidad del doctor AugustoFernández Guardiola (jefe de la Unidad de Neurociencias) nos reunimos allí en varias ocasiones paradar nueva forma a la propuesta.Al finalizar la huelga, en diciembre de 1988, se contaba ya con una nueva versión que le fue entregada ala comisión del CTIC y al doctor Sarukhán, saliente coordinador de la Investigación Científica que --encaso de ser aprobada dicha propuesta-- tendría que pensar en reubicar al grupo de investigación enalguna de las sedes de la UNAM en el área metropolitana, fuera de la Ciudad Universitaria (Facultad deEstudios Superiores Cuautitlán) o en las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (Zaragoza,Aragón, Iztacala). El argumento era el de intentar fortalecer a aquellas dependencias con la integraciónde un grupo maduro de científicos que contribuyeran a la elevación de su nivel académico y a laconsolidación de sus tareas de investigación, que se dedicaran a la formación de recursos humanos anivel profesional, y que tenían relativamente poco personal académico dedicado a labores deinvestigación. Pues, en palabras del doctor Sarukhán, ya no podía construirse un edificio más enCiudad Universitaria. Esta situación cambió cuando, ya como Rector de la UNAM, José Sarukhánconsiguió importantes apoyos mediante una negociación con el Banco Interamericano de Desarrollo310