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La ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación en Querétaro. Historia, realidad y proyecciones.Almacenes sin la intervención las Llaves que prevenía la Real Instruccion; que el directordaba a su arbitrio licencias para extraer libremente gruesas remesas de Tabaco” (sic)(Informe del Marqués de Sonora al Virrey D. Antonio Bucarely y Ursúa, 2001: 27).Además del desbarajuste administrativo, José de Gálvez se encontró con una diversidadinexplicable de tamaños y calidades de tabaco, asunto que, a su entender, resultaba uninconveniente para el consumidor, y “sobre todo contribuiría eficazmente al logro [de] ponerlo ensus legítimos valores”, es decir, sin mezclas de astillas e impurezas, “donde los consumidoressolo querían de la calidad Superior y Mediana […] sin mezcla de la ínfima clase que es la másabundante en las cosechas” (Informe del Marqués de Sonora al Virrey D. Antonio Bucarely yUrsúa, 2001: 41), de modo que se dio a la tarea de seleccionar y uniformar los tipos de tabacoexistentes.Para poner orden y, sobre todo, comenzar a ejercer el control efectivosobre el tabaco, una de las primeras acciones que José de Gálvezemprendió fue la de limitar las zonas de cultivo del tabaco. Las zonas sedesignaron en función de lo abundante de las cosechas y del transporteexpedito hacia la Ciudad de México. Con estas dos precondiciones lospartidos de Córdoba, Huatusco, Orizaba y Zongolica fueron losseleccionados para la producción. A los productores y cosecheros decualquier otra parte de la Nueva España se les excluyó completamentedel proceso, e inclusive podían ser sancionados si producían tabaco aunpara el consumo individual. 6Fuente: http://www.cigarros-puros.com/im 1Una vez establecidas las zonas y teniendo prácticamente asegurada laproducción, el siguiente paso fue intervenir en la manufactura cigarrera y purera mediante laconcentración de trabajadores en un gran edificio, capaz de aglutinar un buen número delabradores de cigarros: más de 6,000 en la fábrica de la Ciudad de México según el Informe querealizó el Marqués de Sonora al Virrey Antonio Bucareli y Ursúa. Así, el negocio de la “RealFábrica de Puros y Cigarros San Fernando” en la Ciudad de México, comenzó a prosperar.Sin embargo, las condiciones geográficas y la situación de las carreteras novohispanas podíanlimitar los alcances del proyecto. De manera que contempló la reproducción del modelo de laprimera fábrica real de cigarros y puros de la Ciudad de México, pero en otros centrospoblacionales: Guadalupe, Querétaro, Guadalajara, Puebla, Orizaba, Veracruz y Oaxaca. Noobstante, éstos no tenían autonomía; por el contrario, los libros de cuentas, las jornadas y salariosde los trabajadores o las adecuaciones a los edificios estaban bajo una rigurosa vigilancia de losfuncionarios de la Renta del Tabaco, lo mismo que los insumos como el tabaco, el papel paraencigarrar y los instrumentos de trabajo que, además, estuvieron racionados desde los AlmacenesGenerales del tabaco en la Ciudad de México (Cuadro 1).6 Estamos conscientes de que cada una de las acciones emprendidas para lograr el monopolio completo merece una ampliaexplicación, y también de que algunas fases e instancias (por ejemplo la situación de los Almacenes Generales o la formación delos Fielatos) no están mencionadas, debido al alcance mismo de este artículo.74