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La ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación en Querétaro. Historia, realidad y proyecciones.año 1550. Los recubrimientos vítreos permiten impermeabilizar la pieza y le otorgan mayordureza y resistencia, prolongando su uso.La cerámica vidriada, tanto la engretada común como la mayólica o loza blanca, requiere de dosquemas o cochuras, una para endurecer la pieza de barro y otra para fijar el esmalte, por lo que serequerían hornos que concentraran y controlaran la temperatura. En consecuencia se requirió dela construcción de hornos de cámara cerrada, conocidos también como de “bóveda o árabe”, loscuales permitían controlar la oxidación y reducción al interior de la cámara. Como es sabidoambos inventos son de origen árabe y fueron llevados a España a finales del primer milenio denuestra era, en donde se perfeccionó y pasó posteriormente a América, con la Conquista.En Mesoamérica, antes de la llegada del torno mecánico o egipcio, se utilizaba en diversasregiones un torno de plato, también llamado de “tipo maya”. Este consistía en formar un aparatosobre una base de madera, donde se colocaban platos de cerámica invertidos, los cuales permitíanel giro de las piezas que se pretendía elaborar, dejando las huellas del giro o torno en lasuperficie. El nuevo torno introducido por los europeos, permite que el operario gire un eje conlos pies, el cual a su vez hace girar una base redonda sobre la mesa de trabajo. La fuerza aplicadacon los pies en la base del eje genera una fuerza centrifuga que hace girar la base de trabajo por eltiempo necesario para tornear la pieza, logrando que el esfuerzo físico sea mínimo. Este aparatopermitió acelerar la producción de piezas, así como la elaboración de nuevas formas en mayortamaño.En relación con el uso de recubrimientos de óxido de plomo o vitrificado, y de óxido de estaño yplomo que da nombre a la cerámica conocida como “mayólica”, ambos casos serán tratados endetalle en los párrafos siguientes, considerando su complejidad y diversidad de características.Es conveniente señalar en este punto que no sólo las innovaciones tecnológicas permiten entenderla producción de cerámica en la Nueva España, pues junto con ellas, se establece unaorganización de la producción mediante el registro de los talleres dirigidos por maestros locerosreconocidos. Algunos contratos de manufactura, señalan que en Puebla hacia 1585 Gaspar deEncinas ya era maestro locero, así como que en 1593 lo eran García Carrillo y GabrielHernández, 3 así como Antonio de Vega en 1599. 4Las Ordenanzas de Loceros, documentos que regulaban el oficio y la producción de cerámica seaprobaron en Puebla en el año de 1653, registrando tres géneros de loza: la fina, la común y laamarilla. Estas ordenanzas contienen datos técnicos importantes, entre ellos que “...el barro delque hubieren de hacer dichos géneros de loza haya de ser colado y apurado, para que salga con elcocimiento y perfección que requiere conforme a arte para su duración..” 5 , o bien “que el vidriode la loza fina sea dispuesto y beneficiado con una arroba de plomo, seis libras de estaño y quevaya bien cocida y cubierta, y si fuere pintada, ha de ser guarnecida de negro, y cada pieza a deser delgada por parejo. Que toda la loza común y blanca, se haya de disponer el vedrío para ellacon una arroba de plomo y dos libras de estaño bien cubierta y cocida, y amoldada, y en estegénero de común se entiende loza blanca, entrefina y pintada en todo género”. 63 Toussaint, op. cit, p. 94.4 López, op. cit, p. 395 Enrique Cervantes, Loza blanca y azulejo de Puebla, vol. I, México, 1939, p. 21.6 Ibid., pp 24-2554