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La ciencia, el desarrollo tecnol󧩣o y la innovaci󮠥n Quer굡ro ... - Concyteq

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<strong>La</strong> <strong>ciencia</strong>, <strong>el</strong> <strong>desarrollo</strong> tecnológico y <strong>la</strong> innovación en Querétaro. Historia, realidad y proyeccionesArtículo 9º.- Los vagos mayores de edad serán destinados por <strong>la</strong> autoridad política al aprendizaje en los tallerespúblicos, a <strong>la</strong> compostura de caminos, conforme a su c<strong>la</strong>se, condición o estado de salud, o al servicio de <strong>la</strong>s armas d<strong>el</strong>Estado a juicio de <strong>la</strong> autoridad […].Querétaro, diciembre 16 de 1877.Si <strong>la</strong> ciudad era <strong>el</strong> ideal de <strong>la</strong> civilización por medio d<strong>el</strong> esfuerzo de quienes trabajaban, seentiende que los que no lo hacían fueran rechazados por los que sí tenían un trabajo. Sinembargo, l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> atención que se les rechazara sin tomar en cuenta que si no trabajaban eraporque no había <strong>la</strong>s fuentes de trabajo suficientes, y <strong>la</strong>s que había retribuían con muy poco <strong>el</strong>esfuerzo de casi todo <strong>el</strong> día de faena.<strong>La</strong> realidad que se enunciaba se daba desde <strong>el</strong> discurso, a partir de <strong>la</strong> idealización social que seintentaba alcanzar. No se partía de <strong>la</strong> situación real que se vivía, sino de <strong>la</strong> posibilidad ideal a <strong>la</strong>que se aspiraba.El ser humano era visto desde <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, que lo volvía sujeto histórico. Se partía de <strong>la</strong> creenciade que quien no trabajaba era porque tenía un vicio: no trabajar. En cambio, <strong>el</strong> que sí trabajabatenía lo contrario: una virtud. Ello nos permite observar que <strong>el</strong> trabajo, era en <strong>el</strong> fondo, <strong>el</strong> soporteideológico de un ser (ontológico) y un deber ser (deontológico) inmacu<strong>la</strong>do, por parte de los queensalzaban <strong>el</strong> trabajo como una manera de ser (ontológico) y estar siendo (deontológico).Por otra parte, <strong>el</strong> hambre era vista a partir de <strong>la</strong> falta de trabajo. Si había hambre, era porque no setrabajaba. Si no se trabajaba era porque se era un vicioso. ¡Qué silogismo tan conveniente paraquienes buscaban borrar, de un plumazo, una posible culpa por <strong>la</strong> desigualdad social yeconómica! Sobre este mismo tema d<strong>el</strong> hambre, como consecuencia de no trabajar, veamos <strong>el</strong>siguiente artículo.Periódico El Mensajero d<strong>el</strong> Comercio.- El hambre es para los holgazanes. El hábito d<strong>el</strong> trabajo y <strong>la</strong> honradez, hace f<strong>el</strong>izy útil en <strong>la</strong> sociedad al hombre. Una honrada <strong>la</strong>boriosidad, una buena educación y <strong>el</strong> conocimiento de nuestrosdeberes sociales, constituyen los remedios más eficaces contra <strong>la</strong> lepra asquerosa de los vicios. El hambre y <strong>la</strong> miseriason los enemigos más terribles que persiguen a los perezosos holgazanes: pero huyen de los trabajadores y<strong>la</strong>boriosos. Los garitos d<strong>el</strong> juego y demás centros d<strong>el</strong> vicio no existirían, si en <strong>la</strong> sociedad no existieran los perezosos ylos vagos con capital o sin él. El hábito d<strong>el</strong> trabajo dignifica al que los tiene. El que se dedica con ahínco a ganar susubsistencia con <strong>el</strong> sudor de su frente en una ocupación lícita, no piensa nunca <strong>la</strong>brar su fortuna, ni adquirir lonecesario por medios reprobados. El holgazán es p<strong>la</strong>nta exótica nacida en <strong>el</strong> campo de <strong>la</strong> sociedad, zángano que vivedurmiendo y chupando <strong>la</strong> mi<strong>el</strong> de <strong>la</strong> colmena social; carcoma que roe <strong>el</strong> árbol levantado y cultivado por <strong>la</strong> <strong>la</strong>boriosidadde los demás, cizaña que destroza y concluye <strong>la</strong> siembra de trabajo ajeno. El trabajo y <strong>la</strong> <strong>la</strong>boriosidad son enemigosirreconciliables de <strong>la</strong> holgazanería y d<strong>el</strong> vicio, porque hay entre <strong>el</strong>los un abismo insondable. Hoy no existe diferenciaentre <strong>la</strong> ley, somos iguales. […] Pensar y <strong>el</strong>aborar son <strong>la</strong>s dos condiciones esenciales d<strong>el</strong> hombre honrado. […]Buenos maestros de escu<strong>el</strong>a, sabias leyes y rectos gobernantes, son los agentes l<strong>la</strong>mados a extirpar <strong>el</strong> cáncer sociall<strong>la</strong>mado holgazanería. […] Por eso debemos desde luego formar en <strong>el</strong> niño <strong>el</strong> hábito d<strong>el</strong> trabajo, despertar en su virgencorazón un verdadero amor a <strong>la</strong>s ocupaciones honrosas, a <strong>la</strong> vez que repugnancia a <strong>la</strong> ociosidad: hagámosle emplearbien <strong>el</strong> tiempo; llevemos a su ánimo <strong>el</strong> convencimiento de que toda <strong>la</strong>bor útil abre los horizontes. 20Nótese que “<strong>el</strong> hambre es para los holgazanes”, y que <strong>el</strong> trabajo es un “hábito”. Se trataba, enotras pa<strong>la</strong>bras, de crear una realidad discursiva que diera cuenta de un ser idealizado: <strong>el</strong> que tenía<strong>el</strong> hábito de trabajar. Así, independientemente de que mediante <strong>el</strong> trabajo <strong>el</strong> ser humano ayudara20 El Mensajero d<strong>el</strong> Comercio. Periódico semanario dedicado al comercio, noticias y espectáculos. Núm. 1, Tomo I, Querétaro,domingo 30 de junio de 1907, p. 3.142

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