La ciencia, el desarrollo tecnol󧩣o y la innovació® ¥n Quer굡ro ... - Concyteq

El campus universitario de Juriquilla: crónica de una utopía en progresola carrera de Medicina en la Universidad La Salle y en la UAQ), ofreció sus buenos oficios para generaracercamientos entre las autoridades de la UAQ y el Gobierno del estado, en cuyos ámbitos erarespetado por su trayectoria científica y docente. De hecho, el doctor Alcocer había estado involucradoaños antes con un proyecto tendiente a descentralizar las actividades científicas, a partir de un grupo queprovenía del CINVESTAV, hacia el área de Sanfandila, con el apoyo del gobernador Mariano PalaciosAlcocer. Ese proyecto nunca cuajó adecuadamente y se desechó.Entonces se pensó que el grupo de Biomédicas podría retomar ese interés y el doctor Alcocergestionó una entrevista con el ingeniero Jesús Pérez Hermosillo, entonces Rector de la UAQ, quienmanifestó su disposición a coadyuvar en las gestiones para que Querétaro se fortaleciera como unaopción para la instalación de un centro de investigación de la UNAM. Existía el interés de la Facultadde Medicina para interaccionar con el personal académico de la UNAM, y desde ese momento seiniciaron algunas discusiones para explorar diversas maneras de mayor participación de losinvestigadores en los programas de la Facultad, a nivel de licenciatura y de posgrado. Así que sepensó en redactar una carta de intención de colaboración entre la UNAM y la UAQ, en la que secomprometieran a establecer una interacción académica a mediano y largo plazos, y en donde semencionara la intención de establecer al CNB en Querétaro.Hacia mediados de 1990 se concretó la esperada entrevista con el gobernador Palacios Alcocer. Porparte de la UNAM asistieron Juan Ramón de la Fuente (coordinador de la Investigación Científica),Flavio Mena, José Luis Díaz y Carlos Valverde. Durante la reunión el doctor De la Fuente planteó loque, a su juicio, serían las condiciones mínimas para que la UNAM pudiera seguir adelante con lapropuesta de instalar un centro de investigación científica que coadyuvara al desarrollo académico enQuerétaro; esto es, se requería la posesión del terreno, apoyo de infraestructura urbana, gestiones delgobierno estatal ante el gobierno federal para obtener apoyos económicos, respaldo de la UAQ,convenios de colaboración interinstitucional y seguridad jurídica, entre otras. A todo accedió elgobernador Palacios Alcocer, e inclusive ofreció cosas que no se le habían requerido. Ante la actitudmostrada por el gobernador estatal, De la Fuente se comprometió a informar al rector José Sarukhány a elaborar el primer convenio de colaboración interinstitucional entre la UNAM, la UAQ y elGobierno del estado de Querétaro. Los acuerdos convencieron a la mayor parte de los académicos ygeneraron condiciones suficientes como para considerar que, a partir de ese momento, Querétaro secolocaba a la cabeza de las diversas alternativas que se habían explorado.El entusiasmo en Biomédicas se renovó y, prácticamente por unanimidad --lo que era de esperarse--se acordó que Querétaro sería la mejor opción para desplazarse a formar el nuevo centro, pues tenía lavirtud de estar a una distancia razonable del Distrito Federal, era una ciudad de tamaño medio, con unimpulso económico fuerte y en franco crecimiento, ubicada prácticamente en el centro geográfico delpaís --en donde todas las rutas confluían hacia ella--, con una plataforma industrial en crecimiento,con una buena infraestructura educativa, con una población dinámica y con amplias capas de jóvenes.Se contaba con una Universidad Autónoma con buena tradición, con carreras profesionales afines alárea químico-biológica, y con una Facultad de Medicina, que se había distinguido por mantener unbuen nivel académico y porque sus egresados competían muy favorablemente en relación con otras ennuestro país. También había en Querétaro tres Centros SEP-CONACYT y algunas otras instancias deinvestigación. Mas a pesar de que las condiciones parecían muy favorables para avanzar en eldesarrollo de la propuesta, aún pasó un tiempo largo para que ésta se concretara, pues la agendauniversitaria y nacional era todavía muy compleja. Por otra parte, se mantenía la competencia con elanteproyecto que había presentado el grupo del Instituto de Fisiología Celular, y era claro que laUNAM no estaba en condiciones de atender de manera simultánea dos propuestas para la creación deun centro cuyo tema de investigación principal es el sistema nervioso, y por tanto, en su caso, sólopodría apoyarse a uno. Una vez más el proyecto entró en un receso.313