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II, 1, 16- LIBRO ARBC vs VENEZUELA ANTE CIDH ANALISIS CRITICO 2014

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No se me olvida, por ello, el juicio que el historiador peninsular Torrentehizo a finales del siglo XIX, sobre los nativos de Caracas, quesiempre tenemos que tener presente, precisamente para asumir el futuro:“La capital de las provincias de Venezuela ha sido la fragua principalde la insurrección americana. Su clima vivificador ha producido loshombres más políticos y osados, los más emprendedores y esforzados,los más viciosos e intrigantes y los más distinguidos por el precoz desarrollode sus facultades intelectuales. La viveza de estos naturalescompite con su voluptuosidad, el genio con la travesura, el disimulocon la astucia, el vigor de su pluma con la precisión de sus conceptos,los estímulos de gloria con la ambición de mando y la sagacidad con lamalicia. Con tales elementos no es de extrañar que este país haya sidoel más marcado en los anales de la revolución moderna.”Y yo agregaría, entre todas las virtudes, una fundamental que nos hadado la historia y la naturaleza: el optimismo que nos lleva a buscar solucionesa todos los problemas, incluso en medio de las grandes o pequeñasadversidades, aun cuando en algunos casos, alguien -persona, naturalezao adversidad- pretende habernos vencido. Por ello, no ceso detener presente lo que en 1918 dijo Joaquín V. González, fundador de laUniversidad de La Plata, y que ahora tengo cada vez más presente por lassituaciones personales adversas en las que me encuentro:“Ya veis que no soy un pesimista ni un desencantado, ni un vencido,ni un amargado por derrota ninguna: a mí no me ha derrotado nadie;y aunque así hubiera sido, la derrota sólo habría conseguidohacerme más fuerte, más optimista, más idealista; porque los únicosderrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que noconciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o sunegocio, y se desesperan y reniegan de sí mismos, de su patria y de suDios, si lo tienen, cada vez que les sale mal algún cálculo financiero opolítico de la matemática de su egoísmo. Trabajo va a tener el enemigopara desalojarme a mí del campo de batalla. El territorio de mi estrategiaes infinito, y puedo fatigar, desconcertar, desarmar y aniquilar aladversario, obligándolo a recorrer distancias inmensurables, a combatirsin comer, ni beber, ni tomar aliento, la vida entera, y cuando se acabela tierra, a cabalgar por los aires sobre corceles alados, si quiere perseguirmepor los campos de la imaginación y del ensueño. Y después, elenemigo no puede renovar su gente, por la fuerza o por el interés, queno resisten mucho tiempo; y entonces, o se queda solo, o se pasa alAmor, y es mi conquista, y se rinde con armas y bagajes a mi ejércitoinvisible e invencible.”Esta lección de optimismo y de lucha, tenemos la obligación detransmitirla. Esa es la vida, y de ella tienen que aprender nuestros hijos ylos hijos de ellos, pero asumiendo la vida con todos sus retos, sin rutinasagobiantes.58

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