14.05.2013 Views

re - Ateneo de Madrid

re - Ateneo de Madrid

re - Ateneo de Madrid

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

•- 110 —<br />

Sacíese el curioso con horizontes más asequibles a] saber do los profanos.<br />

Indudablemente, un guardia cumple en la sociedad una, importante misión. Si<br />

la gente le adjudica tan humil<strong>de</strong> puesto en el festín, es porque suelen ir<br />

<strong>de</strong>spa<strong>re</strong>jados el i<strong>de</strong>alismo y la <strong>re</strong>alidad. "Yecles, vestido <strong>de</strong> uniforme, conservando<br />

la alineación con la arista <strong>de</strong> una esquina, no se limitaba á ganar sus<br />

dos pesetas, aunque así lo pa<strong>re</strong>ciera: era un centinela pe<strong>re</strong>nne que velaba por<br />

la común seguridad. Al <strong>de</strong>spojarse <strong>de</strong> sus severos atributos, jubilado, quedaba<br />

sin objeto su existencia. Vino al mundo para ser guarda nada más. El mundo<br />

le ha pagado su vida en t<strong>re</strong>inta años con unos centena<strong>re</strong>s <strong>de</strong> pesetas distribuidas<br />

con pru<strong>de</strong>nte parvedad. Y un malvado <strong>re</strong>f<strong>re</strong>ndó con sang<strong>re</strong> su jubilación.<br />

Moral volan<strong>de</strong>ra.<br />

La P<strong>re</strong>nsa, señora asombradiza que cada, hora <strong>de</strong>scub<strong>re</strong> una, verdad coetánea,<br />

do Matusalén, viene estos días est<strong>re</strong>mecida y convulsa ante el fracaso<br />

manifiesto <strong>de</strong> la moral que habíamos fabricado para uso <strong>de</strong>l mundo. Una, mad<strong>re</strong><br />

ent<strong>re</strong>ga su hija, por una cantidad módica, á los ap<strong>re</strong>tujónos y <strong>de</strong>sahogos<br />

<strong>de</strong> la mancebía. Otra <strong>de</strong>stina la carne <strong>de</strong> sus entrañas á explotar la muy escasa<br />

y tacañuela misericordia <strong>de</strong>l prójimo, y la, martiriza y hostiga cruelmente<br />

cuando <strong>re</strong>sultan mezquinos los <strong>re</strong>ndimientos <strong>de</strong>l pordiosero. Un ¡oven do<br />

buen ver enamora á una doncella <strong>de</strong> castidad incierta, y se p<strong>re</strong>vale <strong>de</strong> su amoroso<br />

señorío para ent<strong>re</strong>garla á una dueña al p<strong>re</strong>cio <strong>de</strong>l morcado. Otros, en fin,<br />

acu<strong>de</strong>n á cien expedientes que p<strong>re</strong>gonan alto la rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> su conciencia y el<br />

lust<strong>re</strong> <strong>de</strong> su moralidad.<br />

Nosotros, ó por más ingenuos, ó por más <strong>de</strong>sengañados, no hacemos tamaños<br />

aspavientos. Cosas semejantes las hemos visto en todas las poblaciones y<br />

en todas las calles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que abrimos los ojos á los sec<strong>re</strong>tos <strong>de</strong> la vida. El tercero<br />

do los casos citados no of<strong>re</strong>ce apenas nada <strong>de</strong> particular, si no es el fino<br />

instinto mercantil <strong>de</strong>l enamoradizo doncel. Las cosas <strong>de</strong>l amor han <strong>de</strong>scendido<br />

notablemente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> nuestros abuelos, en que, según nos cuentan<br />

crónicas <strong>de</strong> veracidad vacilante, los corazones se ma<strong>re</strong>aban con borracheras<br />

<strong>de</strong> i<strong>de</strong>al. El «positivismo»—así lo llama la gente—se ha filtrado con sutileza<br />

por todos los <strong>re</strong>squicios <strong>de</strong>l alma, y su peso nos hace <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

cielo á la tierra. El aprovechado galán que ven<strong>de</strong> á su novia para instrumento<br />

<strong>de</strong>l placer ajeno, tiene ent<strong>re</strong> nosotros muchos imitado<strong>re</strong>s; si no ante el <strong>de</strong><strong>re</strong>cho,<br />

ante la conciencia.<br />

Los dos primeros casos también los hemos leído sin extrafieza. En ellos no<br />

encontramos novedad. Son dos ejempla<strong>re</strong>s aislados do una colección variada y<br />

rica. Regist<strong>re</strong> el lector—si es varón maduro—su memoria, yadicionará casos<br />

conocidos—<strong>de</strong> <strong>re</strong>fe<strong>re</strong>ncia, por supuesto—á los <strong>re</strong>latados. Pasee á la hora <strong>de</strong>l<br />

bullicio por las calles céntricas, por los paseos públicos, y si no es en la corte<br />

forastero ó novato, señalará con los ojos, no una, sino varias conocidas<br />

mad<strong>re</strong>s amorosas que trafican con los encantos filiales, of<strong>re</strong>cidos en alquiler á

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!