14.05.2013 Views

re - Ateneo de Madrid

re - Ateneo de Madrid

re - Ateneo de Madrid

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

— 539 —<br />

la punta e la caye, pa si asomaban moros por la costa, y ¡cataplún!: «¡La Marigí, que<br />

biene po esa oaye abajo echando jumo!»<br />

¿Qué rayo ni qué senteya, Santa Bárbara bendita mos guar<strong>de</strong>, había e jasé semejante<br />

estrupisio como er que jiso el angelito e Dios con aqueya notisia tan <strong>de</strong> sofato?<br />

Tó se puso patas arriba en menos que se p<strong>re</strong>sina un cura loco. ¡Afuera los platos; afuera<br />

er manté; afuera la oya, y la sangraera, y er jarro er bino! ¡Güeña bendría la Marigí!<br />

Porque aqueyo ¡como bisto! había sío un soplo. «Esto, ebajo e la cama; la oya e batatas,<br />

ar cuartito jondo; y la sangraera y er guiso e conejo, á la jasena. Y tú tamié, Pepiyo;<br />

no hay más amparo; pa si ar<strong>re</strong>gistra. ¿Que no cabes?... ¡Agachápate ahí! ¿Quién<br />

le aguanta er <strong>re</strong>sueyo á esta leona paría, que entrará pegando garfañás y tragando gente<br />

como agua?»<br />

Muchachas, ¡lo que pué er susto! En un disir pin no pa<strong>re</strong>sía que estaba ayí comiendo<br />

nai<strong>de</strong>. Ayega la Marigí, y tos asentaos, menos el escondió, platicando como si tar cosa.<br />

—Güeñas noches.<br />

—Güeñas las tengas—dise la Tarasca gran<strong>de</strong>, enjechisá en bé que la chíndiga entraba<br />

mu tranquila y con su cara tan cachipa<strong>re</strong>ja.<br />

—Pos bengo porque en cá e señó Regustiano, como estamos en la matansa tantas<br />

criaturas, se han perdió cuatro longanisas. Y yo, barruntando que las tié escondías una<br />

mala mujé, me boy pa el amo y le digo, dígole: «Que nai<strong>de</strong> sarga <strong>de</strong> aquí; que yo boy<br />

en un soplo á que una besina mía que tié hijas donseyas eche la suerte <strong>de</strong>r seaso, y er<br />

seaso jablará como un ebangelio y escubri<strong>re</strong>mos ar ladrón ú á la ladrona, anque se meta<br />

siete estaos ebaip e tierra.» ¡Pero ;JojiúJ..,ahflxa,ajiKannai2ana:-dnJiljLSPAPjisfin/iJiUi!. -¿ELa.<br />

parió la gata?<br />

Que quiso que no quiso, la Tarasca, con más mieo que bergüensa, porque <strong>de</strong> bergüensa<br />

no tié ni esto (haciendo sonar la uña <strong>de</strong>l pulgar en los dientes superio<strong>re</strong>s), trujo<br />

los abíos pa la suerte. Cuando clabó que clabó en el aro <strong>de</strong>r seaso las tijeras en figura<br />

e crus y puso er santo rosario ensima, ya se emp<strong>re</strong>nsipió á be <strong>de</strong> bení la bronca, porque<br />

la Marigí ba y dise con <strong>re</strong>muncha soflama:<br />

—¡Josú! ¡No ba á poé sé! ¿Cuáles son las dos donseyas que ban á alebantá er seaso<br />

con los déos <strong>de</strong>r corasón?<br />

Y ba y sarta la Tarasca lo mesmo que un cojete y dísele:<br />

—¡Pos mis hijas! ¿No serán güeñas pa er caso, seña Marigí? Pos qué, ¿quisas no son<br />

• mositas las t<strong>re</strong>s y más limpias que la lus <strong>de</strong>l arba?<br />

Y ban á jasé la suerte: Dise la Marigí:<br />

Seasito,<br />

por San Pedro,<br />

por San Juan,<br />

por San Nicolás;<br />

que me niegues la mentira<br />

y me digas la berdá<br />

en lo que te boy á p<strong>re</strong>gunta.<br />

Quieto, si es mentira^<br />

dando la güerta, si es berdá.<br />

Y ap<strong>re</strong>guntó pa sus aentros lo que se le antojó. Alebantan er seaso las dos hermanas<br />

e Conchiya por los ojos e las tiseras, y er con<strong>de</strong>nao estrumento, como si le fueran jablao<br />

e queíto, da media güerta en el ai<strong>re</strong> y se quea señalando pa la jasena. ¡Aquí te quieo,<br />

escopeta! La chíndiga se abansa como un chalí pa abrirla, y las emás, asujetándola y<br />

• plantas ermedio. ¡Chiquiyas, que sanfransia se armó!<br />

—¡Cacho e tunas, <strong>de</strong>jarme; que soy una tigra enrabia! ¡Si yo lo sabía! ¡Si me había<br />

dao en la naris! ¡Si me había cantao er gayo!... Perras, simbergonsonas, maná e roonas,<br />

raías... ¡Pa me<strong>re</strong>ndarse á mi homb<strong>re</strong>! ¡Pa tragárselo ent<strong>re</strong> las cuatro! ¡Dejarme que le<br />

saque los ojos á ese <strong>re</strong>teladrón, ladronsísimo, tiraó <strong>de</strong>r pego; que me los quieo como en<br />

un guiso e sorras!<br />

En esto, Pepiyo, que quié salí, atiesta con la cabesa en la tabla e la jasena, y ¡la fin<br />

<strong>de</strong>r mundo!, sale aleteando la sangraera y la casuela er guiso, yasoma er con<strong>de</strong>nao echando<br />

chispas, escalabrao con los tiestos, toitito blanco <strong>de</strong>l arró, que paesía que le había<br />

nebao ensima, y ¡ayí fue eya! Tó había sío tortas y pan pintao pa la <strong>re</strong>bujina que se<br />

armó entonses. Aquí te cojo, ayí te suerto, á ésta quiero, á ésta tamión, gofetá ba, siye-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!