14.05.2013 Views

re - Ateneo de Madrid

re - Ateneo de Madrid

re - Ateneo de Madrid

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

— 373 -<br />

A principios <strong>de</strong> 1508, el Rey Católico envía nuevamente á Inglaterra á<br />

Gutier<strong>re</strong> Gómez <strong>de</strong> Fuensalida, encargándole principalmente <strong>de</strong> que procurase<br />

«que se <strong>de</strong> entero cumplimiento en el casamiento <strong>de</strong> la ilusfcrísima Princesa<br />

<strong>de</strong> Gales (Catalina <strong>de</strong> Aragón), mi muy cara y muy amada fija, con el<br />

ilustrisimo Principe <strong>de</strong> Gales, my muy caro y muy amado fijo».<br />

Llegó Fuensalida á Lond<strong>re</strong>s en 22 <strong>de</strong> Feb<strong>re</strong>ro <strong>de</strong> 1503, y apenas puso el<br />

pie en la capital inglesa, cuando comenzaron para él los disgustos y las <strong>de</strong>sazones.<br />

No pudo ver al Rey en muchos días, porque siemp<strong>re</strong> se le <strong>de</strong>cía que<br />

estaba enfermo, siendo así que <strong>re</strong>cibía á otras personas; y tropezó en el famoso<br />

doctor <strong>de</strong> Puebla con un homb<strong>re</strong> que tenía «el corazón inglés y la lengua<br />

castellana».<br />

La cor<strong>re</strong>spon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Fuensalida pone <strong>de</strong> manifiesto, con una claridad que<br />

no <strong>de</strong>ja lugar á duda, la tacañería intolerable <strong>de</strong> los ingleses, comprobante <strong>de</strong><br />

aquello que el embajador escribía «ser el dinero segundo Dios para esta gente»,<br />

y su absoluta falta <strong>de</strong> caballerosidad con una princesa tan ac<strong>re</strong>edora á los mayo<strong>re</strong>s<br />

<strong>re</strong>spetos (fuesen cuales fuesen las du<strong>re</strong>zas <strong>de</strong> su carácter) como Catalina<br />

<strong>de</strong> Aragón, la insigne discípula <strong>de</strong> nuestro Juan Luis Vives (1).<br />

Según las capitulaciones matrimoniales, diez días antes ó <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> celebrado<br />

el casamiento, habían <strong>de</strong> ent<strong>re</strong>garse al Rey <strong>de</strong> Inglaterra, como dote <strong>de</strong><br />

la princesa, 200.000 escudos <strong>de</strong> oro. Fuensalida llevaba apa<strong>re</strong>jados 65.000 en<br />

moneda, y contaba con ent<strong>re</strong>gar 15.000 en vajilla <strong>de</strong> oro y plata blanca y dorada,<br />

y 20.000 en piedras p<strong>re</strong>ciosas y perlas, que se hallaban en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la princesa,<br />

á quien le fueron ent<strong>re</strong>gadas cuando fue á Inglaterra. Pero los <strong>de</strong>l Consejo<br />

<strong>de</strong>l Rey salieron con la singular observación <strong>de</strong> que «todo lo que la princesa<br />

metyó en su <strong>re</strong>yno es suyo (<strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong> Inglaterra)», y, por tanto, no<br />

<strong>de</strong>bía computarse en la dote á ent<strong>re</strong>gar. Escandalizóse Fuensalida, y contestó<br />

como cumplía; pero los ingleses insistieron; y en estos dimes y di<strong>re</strong>tes monetarios<br />

transcurrió bastante tiempo, hasta que D. Fernando <strong>de</strong>cidió cortar por<br />

lo sano y llenar <strong>de</strong> oro, como apetecían, las arcas <strong>de</strong> aquellos merca<strong>de</strong><strong>re</strong>s.<br />

«Tornaron á <strong>de</strong>zir—escribe Fuensalida, dando cuenta <strong>de</strong> aquellos tratos—que<br />

sy se entendya aquello como primero avia dicho, que avia <strong>de</strong> hazer el pagamiento<br />

con la plata y joyas que acá estauan, que yá me avian dicho que aquello<br />

hera suyo y no <strong>de</strong> V. al. Yo les <strong>re</strong>pliqué que aquello hora <strong>de</strong> V. al. y no<br />

<strong>de</strong>l <strong>re</strong>y <strong>de</strong> Inglaterra, y que V. al. podia hazer <strong>de</strong>llo lo que quisiese, ven<strong>de</strong>llo<br />

ó levallo á Castilla. Respondiéronme: No podréis, ni os lo <strong>de</strong>xaríamos sacar,<br />

que aquello es <strong>de</strong>l <strong>re</strong>y <strong>de</strong> Inglaterra. Respondíles: Será porquel Rey <strong>de</strong> Inglaterra<br />

querrá tomar lo que es <strong>de</strong>l Rey, mi señor; mas no porque terna justicia<br />

á ello. Respondieron: No, syno que tyene justicia. Respondiles: Luego todo<br />

lo que entra en vuestra tierra es <strong>de</strong>l Rey? Respondiéronme: Asy lo tenemos<br />

(1) Víase mi Luis Vives y la filosofía española <strong>de</strong>l Renacimiento; <strong>Madrid</strong>, 1903; passim.—Un escritor inglés<br />

contemporáneo, Mr. M. Hume (á quien no <strong>de</strong>be confundirse con el gran historiador y filósofo <strong>de</strong>l mismo apellido), pinta<br />

á la princesa como mujer «impaciente <strong>de</strong> todo f<strong>re</strong>no», y dispuesta á «p<strong>re</strong>scindir <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> dignidad»; lo<br />

cual me <strong>re</strong>cuerda aquella frase que, según cuentan, dijo Cánovas á Castelar (con el que tampoco <strong>de</strong>be confundirse<br />

á Mr. Hume): «que por conocer harto bien la historia, se tomaba cou ella <strong>de</strong>masiadas liberta<strong>de</strong>s».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!