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PENAL MEXICANO - Index of /prueba/descargas

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38 MANUAL DERECHO <strong>PENAL</strong> <strong>MEXICANO</strong><br />

hombre delincuente el propio LOMBROSO compuso una obra de<br />

criminología, ya que el Tomo III, cuyo contenido se publicó como trabajo<br />

autónomo constituye un cuerpo de doctrina, ‘órgano y concepto’, de<br />

sociología criminal, como ha reconocido Felipe GRISPIGNI. No hay,<br />

pues –concluye JIMÉNEZ DE ASÚA–, una ciencia aislada de<br />

antropología o biología criminal, ya que quienes escriben un designio o<br />

conjunto sobre ellas, hacen criminología”. Todo se reduce, pues, a una<br />

cuestión de nombres, si bien Mariano RUIZ FUNES, estima que puede<br />

considerarse a la antropología criminal con cierta autonomía en el cuadro<br />

de las ciencias criminales. 43<br />

9. LA PSICOLOGÍA CRIMINAL<br />

Esta disciplina, estimada como una rama de Psicología aplicada, o bien de<br />

la Psicología diferencial, constituye el instrumento más eficaz de la<br />

Antropología criminal y se ocupa, como su nombre lo indica, de estudiar<br />

la psíque del hombre delincuente, determinando los desarrollos o procesos<br />

de índole psicológica verificados en su mente. LAVASTINE Y STANCIÚ<br />

destacan que la Psicología moderna ya no se ocupa, como antiguamente,<br />

de examinar cualidades aisladas, sino conjuntos de rasgos (llamados<br />

perfiles psicológicos), pues tal noción da a las partes su orientación y<br />

sentido. 44 No debe, sin embargo, confundirse esta disciplina con la<br />

Psiquiatría o Medicina mental, la cual estudia la mente desde un punto de<br />

vista patológico.<br />

43 Tratado de Derecho Penal, I, pp. 139-140, 4 a edición, Losada, Buenos Aires.<br />

44 Ibídem, p. 23. Para Hilda MARCHIORI el delincuente es un individuo enfermo. Expresa que el<br />

hombre no roba o mata porque nació ladrón o criminal, sino que al “igual que el enfermo mental<br />

realiza sus conductas como una proyección de su enfermedad (...) los impulsos antisociales<br />

presentes en la fantasía del individuo normal son realizados activamente por el delincuente”. A su<br />

criterio, la conducta delictiva del sujeto es n síntoma de enfermedad y por ello es estudio de<br />

aquélla de be hacerse en función de la personalidad y del inseparable contexto social en que se<br />

produce “ya que el individuo normal son realizados activamente por el delincuente” A su criterio,<br />

la conducta delictiva del sujeto es un síntoma de enfermedad y por ello el estudio de aquélla debe<br />

hacerse en función de personalidad y del inseparable contexto social en que se produce “ya que el<br />

individuo se adapta al mundo a través de sus conductas y... la significación y la intencionalidad<br />

de las mismas constituyen un todo organizado que se dirige a un fin”, siendo la conducta delictiva<br />

expresión de la alteración psicológica del autor. “Sabemos –dice– que a nivel psicológico toda<br />

conducta se halla sobredeterminada, es decir, que tiene una policausalidad muy compleja, que<br />

deriva de distintos contextos o múltiples relaciones. Sin embargo –continúa–, podemos afirmar<br />

que la conducta delictiva está motivada especialmente por las innumerables frustraciones a sus<br />

necesidades internas o externas que debió soportal el individuo, tales como la carencia real de<br />

afecto”. Con el estudio de la personalidad del delincuente, dice la autora citada, se quiere llegar al<br />

psicodiagnóstico del sujeto, así como prever un pronóstico y considerar el tratamiento más idóneo<br />

para su readaptación, mediante una labor terapéutica integral. “En esta tarea la psicología permite<br />

conocer los aspectos de la personalidad de cada uno de los delincuentes que son esenciales para<br />

diferenciar un caso de otro y para reconstruir la génesis y la dinámica del fenómeno criminal<br />

particular”. Psicología Criminal, pp. 2 a 5, cuarta edición, Porrúa. México, 1980.

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