22.07.2013 Views

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

convirtió al jansenismo. Para él aquello fue una profunda experiencia religiosa, y basta<br />

con leer sus escritos a partir <strong>de</strong> esa fecha para percatarse <strong>de</strong> que se trataba <strong>de</strong> un hombre<br />

<strong>de</strong> profunda sensibilidad, para quien la cuestión <strong>de</strong> su relación con Dios era <strong>de</strong> primera<br />

importancia. Cuando la facultad teológica <strong>de</strong> la Sorbona con<strong>de</strong>nó a Arnauld, Pascal<br />

publicó anónimamente la primera <strong>de</strong> sus Epístolas provinciales, en las que atacaba a los<br />

jesuitas y <strong>de</strong>más adversarios <strong>de</strong>l jansenismo con fino humor y profunda perspicacia<br />

teológica. Entre 1656 y 1657, aparecieron dieciocho <strong>de</strong> esas “epístolas”, supuestamente<br />

dirigidas a los jesuitas <strong>de</strong> París por un habitante <strong>de</strong> las provincias. Su éxito fue rotundo.<br />

Se dice que hasta Mazarino, con todo y ser enemigo <strong>de</strong> los jansenistas, no pudo [<strong>Vol</strong>. 2,<br />

<strong>Page</strong> 303] contener la risa al leer la primera <strong>de</strong> ellas. Por todas partes las gentes se reían<br />

<strong>de</strong> los jesuitas y su partido. Y los múltiples intentos <strong>de</strong> refutar las Epístolas provinciales<br />

eran tan inferiores a ellas, que se volvían motivo <strong>de</strong> burla y <strong>de</strong>sprecio.<br />

Las Epístolas provinciales fueron añadidas al índice <strong>de</strong> libros prohibidos por la iglesia<br />

romana. Pascal, tras publicar las primeras dieciocho, escribió otras dos que quedaron<br />

inéditas. Pero la opinión pública <strong>de</strong> tal modo se inclinaba hacia los jansenistas, que las<br />

autorida<strong>de</strong>s tuvieron que cejar en su empeño <strong>de</strong> <strong>de</strong>struirlos. La presión que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía<br />

algún tiempo se ejercía sobre Port-Royal amainó. Las “pequeñas escuelas” <strong>de</strong> los<br />

jansenistas, que habían sido cerradas por el gobierno, volvieron a abrir sus puertas. El<br />

jansenismo parecía estar <strong>de</strong> moda entre los aristócratas, muchos <strong>de</strong> los cuales se<br />

<strong>de</strong>claraban sus partidarios.<br />

[<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong> 304] Empero los elementos <strong>de</strong> oposición eran también fuertes. El Rey,<br />

a la sazón Luis XIV, estaba dispuesto a seguir el consejo que Mazarino le había dado<br />

antes <strong>de</strong> morir, en el sentido <strong>de</strong> que no tolerara ese movimiento que amenazaba con<br />

volverse una nueva secta. Pronto comenzó la reacción antijansenista. La asamblea <strong>de</strong>l<br />

clero con<strong>de</strong>nó el movimiento, y tomó medidas para asegurarse <strong>de</strong> que todos los clérigos<br />

afirmaran esa con<strong>de</strong>nación. Las monjas <strong>de</strong> Port-Royal fueron dispersadas. Pero ni las<br />

monjas ni algunos <strong>de</strong> los obispos jansenistas estaban dispuestos a retractarse. A pesar <strong>de</strong><br />

su galicanismo, Luis XIV [<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong> 305] solicitó la ayuda <strong>de</strong>l papa Alejandro VII,<br />

quien les or<strong>de</strong>nó a todos los miembros <strong>de</strong>l clero que repudiaran el jansenismo.<br />

Los jansenistas <strong>de</strong>batían entre sí si <strong>de</strong>bían resistir o someterse cuando Alejandro<br />

murió. Su sucesor, Clemente IX, era persona <strong>de</strong> espíritu conciliador, y prefirió seguir la<br />

ruta <strong>de</strong> las discusiones y negociaciones más bien que la <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>nación. Así se llegó a<br />

un acuerdo precario, y las monjas <strong>de</strong> Port-Royal pudieron regresar a su convento. Esto<br />

tuvo lugar en 1669, y durante todo el resto <strong>de</strong> ese siglo el jansenismo continuó existiendo<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l seno <strong>de</strong>l catolicismo romano, y haciéndose fuerte en él. Antoine Arnauld y<br />

Port-Royal volvieron a ocupar un lugar prominente en la vida religiosa <strong>de</strong> Francia.<br />

Inocente XI, quien fue electo papa en 1676, se manifestó en contra <strong>de</strong> las tesis<br />

probabilistas <strong>de</strong> los jesuitas, que fueron con<strong>de</strong>nadas. La Sociedad <strong>de</strong> Jesús fue puesta en<br />

manos <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> espíritu más riguroso. Y hasta se habló <strong>de</strong> hacer car<strong>de</strong>nal a<br />

Arnauld.<br />

Hacia fines <strong>de</strong>l siglo, la situación comenzó a cambiar. A las monjas <strong>de</strong> Port-Royal se<br />

les prohibió aceptar novicias, con lo cual se con<strong>de</strong>naba al convento a morir. Poco <strong>de</strong>spués<br />

251

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!