22.07.2013 Views

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

los candidatos a tales posiciones fueran “verda<strong>de</strong>ros cristianos” <strong>de</strong> fe profunda y<br />

personal. Pero a<strong>de</strong>más Spener invitaba a los predicadores a <strong>de</strong>jar su tono académico y<br />

polémico, pues el propósito <strong>de</strong> la predicación no era mostrar la sabiduría <strong>de</strong>l predicador,<br />

sino llamar a todos los fieles a la obediencia a la Palabra <strong>de</strong> Dios.<br />

En todo esto no había ataque alguno a la doctrina <strong>de</strong> la iglesia, hacia la cual Spener<br />

mostraba gran respeto y con la cual afirmaba estar <strong>de</strong> acuerdo. Pero sí había un intento <strong>de</strong><br />

colocar esa doctrina en su justo lugar, <strong>de</strong> tal modo que no viniera a ser el centro <strong>de</strong> la fe.<br />

El propósito <strong>de</strong>l dogma no es servir <strong>de</strong> sustituto a la fe viva y personal. Es cierto que el<br />

error en cuestiones <strong>de</strong> dogmas pue<strong>de</strong> tener funestas consecuencias para la vida cristiana;<br />

pero también es cierto que quien se queda en el dogma no ha penetrado al centro <strong>de</strong>l<br />

cristianismo, y confun<strong>de</strong> la envoltura con la sustancia.<br />

Lo que Spener proponía era nada menos que una nueva reforma, o al menos que se<br />

completara la que había comenzado en el siglo XVI, y había quedado interrumpida en<br />

medio <strong>de</strong> las luchas doctrinales. Pronto algunos <strong>de</strong> entre sus seguidores empezaron a ver<br />

en él a un nuevo Lutero. De todas partes <strong>de</strong> Alemania le llegaban cartas agra<strong>de</strong>ciéndole<br />

su inspiración y solicitando sus consejos.<br />

[<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong> 343] Pero los jefes <strong>de</strong> la ortodoxia luterana no veían con buenos ojos el<br />

movimiento que Spener encabezaba. Este parecía prestarles poca atención a las<br />

cuestiones doctrinales que tantas disputas habían costado. Las doctrinas luteranas, y los<br />

gran<strong>de</strong>s documentos confesionales, le parecían útiles como modos <strong>de</strong> resumir las<br />

enseñanzas bíblicas; y lo mismo era cierto con respecto a los escritos <strong>de</strong> Lutero, a quien<br />

Spener citaba frecuentemente. Pero nada <strong>de</strong> esto podía ponerse al nivel <strong>de</strong> las Escrituras.<br />

Aun más, éstas no <strong>de</strong>bían leerse con la actitud fría y objetiva <strong>de</strong> quien lee un documento<br />

jurídico, sino que era necesario leerlas con fe personal y bajo la dirección <strong>de</strong>l Espíritu<br />

Santo. Todo esto no era sino lo que el propio Lutero había dicho. Empero ahora la<br />

ortodoxia luterana veía en ello una negación <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong>l gran Reformador, y por<br />

ello atacó vehementemente a Spener y sus seguidores.<br />

Había, sin embargo, ciertos elementos en los que Spener iba más allá <strong>de</strong> lo que había<br />

dicho Lutero. Como hemos señalado anteriormente, el Reformador estaba tan preocupado<br />

por la doctrina <strong>de</strong> la justificación, que le prestó poca atención a la santificación. En medio<br />

<strong>de</strong> sus luchas por la doctrina <strong>de</strong> la justificación por la fe, Lutero había insistido en que lo<br />

importante no era la pureza <strong>de</strong>l creyente, o la clase <strong>de</strong> vida que llevara, sino la gracia <strong>de</strong><br />

Dios, que perdona al pecador. Calvino y los reformados, al tiempo que concordaban con<br />

Lutero, señalaban que el Dios que justifica es también el Dios que regenera y santifica al<br />

creyente, y que por tanto hay un lugar importante para el proceso <strong>de</strong> santificación. La<br />

santidad <strong>de</strong> vida no es lo que justifica al cristiano. Pero Dios sí le ofrece su po<strong>de</strong>r<br />

santificador al creyente a quien justifica. En este punto, Spener y los suyos se acercaban<br />

más a Calvino que a Lutero. El propio Spener había conocido en Estrasburgo y en<br />

Ginebra las doctrinas y prácticas <strong>de</strong> la tradición reformada, y le parecía que el<br />

luteranismo necesitaba mayor énfasis en el proceso <strong>de</strong> la santificación. Esta era parte <strong>de</strong><br />

la reforma que ahora proponía, y por ello algunos <strong>de</strong> los teólogos luteranos lo acusaban<br />

<strong>de</strong> ser un calvinista disfrazado <strong>de</strong> luterano.<br />

288

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!