22.07.2013 Views

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

promotoras <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong> la Biblia, y fuertes aliadas <strong>de</strong> los misioneros que se<br />

<strong>de</strong>dicaban a traducir las Escrituras a diversos idiomas. Mientras en Europa y los Estados<br />

Unidos los eruditos bíblicos se acercaban entre sí en torno a sus estudios, en los campos<br />

misioneros la traducción y distribución <strong>de</strong> la Biblia fue empresa conjunta <strong>de</strong> diversas<br />

<strong>de</strong>nominaciones. O, cuando una <strong>de</strong>nominación había traducido la Biblia, las otras<br />

empleaban la misma traducción, y por ello <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio tenían que reconocer su<br />

<strong>de</strong>uda <strong>de</strong> gratitud a cristianos <strong>de</strong> otra confesión.<br />

Al mismo tiempo, las divisiones que en Europa o en los Estados Unidos pudieron<br />

parecer perfectamente explicables, no lo eran tanto en China, India o Fiji. Al presentarles<br />

el evangelio a quienes no lo conocían, la cuestión <strong>de</strong> si la iglesia <strong>de</strong>bía gobernarse<br />

mediante presbíteros o mediante obispos era a todas luces secundaria. Lo que es más,<br />

tales cuestiones tendían a ocultar el mensaje mismo, y por tanto resultaban piedra <strong>de</strong><br />

tropiezo para algunos oyentes.<br />

A<strong>de</strong>más, dados los recursos limitados <strong>de</strong> la empresa misionera, y la enorme tarea a<br />

realizar, era necesario administrar esos recursos sabiamente, sin malgastarlos duplicando<br />

lo que otros ya hacían, o compitiendo con otros proyectos misioneros. ¿Por qué tener dos<br />

o más iglesias <strong>de</strong> distintas <strong>de</strong>nominaciones en una al<strong>de</strong>a, cuando había cientos <strong>de</strong> al<strong>de</strong>as<br />

sin iglesia alguna? ¿Por qué competir unos con otros en la evangelización <strong>de</strong> una isla o<br />

provincia, cuando había tantas otras en que era necesario predicar?Por todo esto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

fecha muy temprana algunos misioneros se percataron <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> colaborar más<br />

estrechamente entre sí. Y lo mismo hicieron algunos <strong>de</strong> sus conversos que poco a poco<br />

fueron ocupando posiciones <strong>de</strong> mayor importancia en las nuevas iglesias. Es cierto que<br />

hubo misioneros que insistieron con rígida firmeza en sus posiciones <strong>de</strong>nominacionales, y<br />

que hubo también conversos [<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong> 489] que siguieron su ejemplo. También es<br />

cierto que las nuevas iglesias se dividieron con lamentable frecuencia. Pero en términos<br />

generales el consenso <strong>de</strong> quienes más se preocupaban por la obra misionera y por la<br />

conversión <strong>de</strong> sus vecinos era la urgente necesidad <strong>de</strong> que los cristianos se acercaran más<br />

entre sí, si no para unirse en una sola iglesia, al menos para proyectar en conjunto su obra<br />

misionera.<br />

El gran precursor en todo esto, como en tantas otras cosas, fue Carey. Des<strong>de</strong> muy<br />

temprano en el siglo XIX, este gran misionero había soñado con una conferencia<br />

misionera internacional, que <strong>de</strong>bía reunirse en Ciudad <strong>de</strong>l Cabo, al extremo sur <strong>de</strong> Africa,<br />

en 1810. Esa ciudad le parecía i<strong>de</strong>al, por hallarse en medio <strong>de</strong>l camino entre Europa y los<br />

Estados Unidos, por una parte, y el Oriente, por otra. Allí <strong>de</strong>bían reunirse, según la<br />

propuesta <strong>de</strong> Carey, representantes <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s misioneras que apoyaban el trabajo<br />

en el Oriente y Africa, junto a un número <strong>de</strong> misioneros que trabajaban en esas regiones.<br />

Lo que harían sería intercambiar experiencias, para apren<strong>de</strong>r unos <strong>de</strong> otros, y a<strong>de</strong>más<br />

discutir sus planes, <strong>de</strong> modo que los proyectos <strong>de</strong> una sociedad no repitieran<br />

innecesariamente los <strong>de</strong> otra. En una época en que las divisiones <strong>de</strong>nominacionales eran<br />

todavía harto importantes, y cuando los misioneros <strong>de</strong> un país frecuentemente competían<br />

abiertamente con los <strong>de</strong> otro, la propuesta <strong>de</strong> Carey cayó en oídos sordos. Los propios<br />

jefes <strong>de</strong> la sociedad que apoyaba su obra en la India <strong>de</strong>clararon que su i<strong>de</strong>a, aunque tenía<br />

421

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!