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Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

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Por último, aunque sea <strong>de</strong> pasada, conviene mencionar un aspecto <strong>de</strong> su doctrina en el<br />

que Spener se hizo vulnerable a los ataques <strong>de</strong> sus contrincantes. Desesperado por las<br />

condiciones reinantes en la vida <strong>de</strong> la iglesia, llegó a la conclusión <strong>de</strong> que las profecías<br />

<strong>de</strong>l Apocalipsis se estaban cumpliendo. Cada símbolo que aparece en ese libro le parecía<br />

tener su contraparte en las cosas y acontecimientos <strong>de</strong> su época. El fin estaba cercano.<br />

Como en tantas otras ocasiones en la historia <strong>de</strong> la iglesia, el curso <strong>de</strong> los acontecimientos<br />

mostró que el profeta erraba en este punto, y por tanto sus enemigos pudieron acusarle <strong>de</strong><br />

errar también en otros.<br />

Pero en cierto sentido lo que estaba en juego en toda esta controversia era la cuestión<br />

<strong>de</strong> si la fe cristiana habría <strong>de</strong> servir sencillamente para sancionar la moral <strong>de</strong> la época, o si<br />

la vida cristiana era algo distinto a la <strong>de</strong>l común <strong>de</strong> las gentes. La predicación ortodoxa,<br />

ocupada como estaba en cuestiones académicas y <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> doctrina, daba a enten<strong>de</strong>r<br />

que lo que Dios requería <strong>de</strong> los creyentes no era sino una vida <strong>de</strong>cente, según los patrones<br />

<strong>de</strong> la época. El pietismo insistía en el contraste entre lo que la sociedad espera <strong>de</strong> sus<br />

miembros y lo que Dios requiere <strong>de</strong> sus fieles. Para muchos, tanto laicos como pastores,<br />

tal prédica era un reto incómodo.<br />

Entre los muchos seguidores que Spener tuvo en toda Alemania, el más distinguido<br />

fue Augusto Germán Francke. Este también se había criado en el seno <strong>de</strong> una familia<br />

luterana <strong>de</strong> profunda <strong>de</strong>voción y buena posición económica. Tras estudiar en varios<br />

centros teológicos, y tras un breve período <strong>de</strong> interés en el [<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong> 344] quietismo<br />

<strong>de</strong> Molinos—a que nos hemos referido en otro capítulo—Francke se sintió fuertemente<br />

atraído por las i<strong>de</strong>as y propuestas <strong>de</strong> Spener. Tras una breve visita, quedó tan prendado <strong>de</strong><br />

él que a partir <strong>de</strong> entonces [<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong> 345] lo trató <strong>de</strong> “padre mío”, y comenzó a<br />

utilizar sus conferencias en Leipzig para divulgar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r las propuestas <strong>de</strong> Spener.<br />

Esas conferencias llegaron a ser las más populares en toda la ciudad, y pronto los<br />

profesores <strong>de</strong> la Universidad comenzaron a quejarse <strong>de</strong> que los estudiantes preferían ir a<br />

escuchar a Francke en lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicarse a estudios “más serios” <strong>de</strong> teología dogmática.<br />

Mientras tanto, a través <strong>de</strong> sus contactos con el gobierno <strong>de</strong> Bran<strong>de</strong>mburgo, Spener<br />

había logrado hacer <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Halle un centro <strong>de</strong>l movimiento pietista, y a esa<br />

universidad Francke fue llamado a fines <strong>de</strong> 1691. Poco antes, Francke había tenido una<br />

experiencia <strong>de</strong> conversión que él mismo <strong>de</strong>scribe en los siguientes términos:De repente,<br />

Dios me oyó. Así como uno vuelve la mano, todas mis dudas <strong>de</strong>saparecieron. En mi<br />

corazón tuve la seguridad <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> Dios en Jesucristo. Des<strong>de</strong> entonces pu<strong>de</strong> llamar<br />

a Dios, no solamente “Dios”, sino “Padre”. La tristeza y la angustia <strong>de</strong>saparecieron<br />

inmediatamente <strong>de</strong> mi corazón. Y repentinamente me sobrecogió una ola <strong>de</strong> gozo, <strong>de</strong> tal<br />

modo que en voz alta alabé y magnifiqué a Dios, quien me había mostrado tal gracia.<br />

Esta <strong>de</strong>scripción, y las <strong>de</strong> otros como Wesley, hicieron que <strong>de</strong>spués se pensara que los<br />

pietistas insistían en la necesidad <strong>de</strong> una experiencia semejante. Pero lo cierto es que tal<br />

no era el tema fundamental <strong>de</strong>l movimiento. Lo importante era una fe viva y personal, y<br />

no el modo o el momento en que se había llegado a ella.<br />

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