22.07.2013 Views

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

Vol. 2, Page 99 - Colegio de Capellanes de Venezuela

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La Rochelle y Montauban, que un tratado anterior les había concedido, y se prepararon a<br />

luchar, no ya contra los <strong>de</strong> Guisa, sino contra el propio Rey, a quien tacharon <strong>de</strong> tirano y<br />

asesino. Pronto recibieron el apoyo <strong>de</strong> muchos católicos que, cansados <strong>de</strong> las guerras <strong>de</strong><br />

religión, creían que el bien <strong>de</strong>l país requería una política <strong>de</strong> tolerancia, y a quienes se les<br />

dio el mote <strong>de</strong> “los políticos”. Mientras tanto, Carlos IX, incapaz <strong>de</strong> llevar la carga <strong>de</strong><br />

conciencia <strong>de</strong> la noche <strong>de</strong> San Bartolomé, se mostraba cada vez menos apto para<br />

gobernar, hasta que murió en 1574.<br />

La corona pasó entonces a su hermano Enrique <strong>de</strong> Anjou, uno <strong>de</strong> los autores <strong>de</strong> la<br />

matanza. Poco antes su madre, Catalina <strong>de</strong> Médicis, lo había hecho elegir rey <strong>de</strong> Polonia.<br />

Pero al saber <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su hermano, sin ocuparse siquiera <strong>de</strong> abdicar, corrió a París<br />

para tomar posesión <strong>de</strong>l trono. Como su madre, Enrique III no tenía más convicciones<br />

que las necesarias para tomar y retener el po<strong>de</strong>r. Por tanto, cuando se persuadió <strong>de</strong> que así<br />

le convenía, hizo las paces con los protestantes, a quienes concedió libertad <strong>de</strong> culto,<br />

excepto en París.<br />

Los <strong>de</strong> Guisa y los católicos más extremistas no tardaron en reaccionar. Con la ayuda<br />

<strong>de</strong> España, organizaron una “Santa Alianza”, que les <strong>de</strong>claró la guerra a los [<strong>Vol</strong>. 2, <strong>Page</strong><br />

111] protestantes y que llegó a contar con el apoyo in<strong>de</strong>ciso <strong>de</strong>l Rey, quien se encontraba<br />

en dificulta<strong>de</strong>s tanto políticas como económicas. Una vez más el país se vio sumido en<br />

guerras fratricidas que nada resolvían, pues los hugonotes eran incapaces <strong>de</strong> vencer a los<br />

católicos, y éstos no podían acabar con aquéllos.<br />

Entonces la posible sucesión al trono tomó un giro inesperado. El último <strong>de</strong> los hijos<br />

<strong>de</strong> Enrique II y Catalina <strong>de</strong> Médicis, Francisco <strong>de</strong> Alençon, murió. Puesto que el Rey no<br />

tenía hijos, su here<strong>de</strong>ro resultaba ser Enrique <strong>de</strong> Borbón. Este príncipe, que había<br />

quedado como prisionero en París a consecuencia <strong>de</strong> la noche <strong>de</strong> San Bartolomé, había<br />

logrado escapar en 1576 y, cambiando <strong>de</strong> religión por cuarta vez, se había vuelto a<br />

<strong>de</strong>clarar calvinista. Aunque sus costumbres licenciosas (y las <strong>de</strong> su esposa Margarita <strong>de</strong><br />

Valois) no eran <strong>de</strong>l agrado <strong>de</strong> los hugonotes, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> él se había vuelto a formar el<br />

núcleo <strong>de</strong> la resistencia protestante.<br />

Los católicos no podían tolerar la posibilidad <strong>de</strong> que Francia tuviera un rey<br />

protestante. Era necesario tomar medidas antes que el trono quedara vacante. Lo que se<br />

i<strong>de</strong>ó entonces fue hacer <strong>de</strong> Enrique <strong>de</strong> Guisa el presunto here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l trono. En Lorena<br />

apareció un documento según el cual los <strong>de</strong> Guisa <strong>de</strong>scendían <strong>de</strong> Carlomagno, y por tanto<br />

su <strong>de</strong>recho a la corona era superior al que tenían, no sólo los Borbones, sino también los<br />

Valois, que reinaban a la sazón.<br />

Había entonces tres partidos, cada uno encabezado por un Enrique. El rey legítimo,<br />

Enrique III <strong>de</strong> Valois, era <strong>de</strong> los tres el menos digno y hábil. El pretendiente católico,<br />

Enrique <strong>de</strong> Guisa, no tenía más <strong>de</strong>recho al trono que el que le daba un documento a todas<br />

luces espurio. El jefe protestante, Enrique <strong>de</strong> Borbón, rey <strong>de</strong> Navarra, no pretendía que el<br />

trono francés le perteneciera todavía, pero sí que él era el legítimo here<strong>de</strong>ro.<br />

96

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!