Informe sobre desarrollo humano para Mercosur 2009-2010 - OEI
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Capítulo 4 | Agencia y exclusión en tiempos de tecno-sociabilidad<br />
requerido <strong>para</strong> construir una plataforma estable<br />
que facilite la negociación y la resolución<br />
de conflictos. Por el contrario, en contextos de<br />
alta desconfianza en las instituciones, los responsables<br />
del poder público son percibidos<br />
como incapaces de garantizar el cumplimiento<br />
de las normas, la universalidad de los derechos<br />
ciudadanos y el trato igualitario ante las leyes;<br />
es decir, los derechos institucionales mínimos<br />
que favorecen la confianza en las relaciones<br />
interpersonales.<br />
En el Cuadro 4.7 se presenta el cruce de las<br />
dos variables. Los resultados reflejan que los dos<br />
tipos de confianza están relacionados en las cuatro<br />
ciudades 31 . En Asunción y Buenos Aires las<br />
frecuencias más altas se observan en la combinación<br />
entre baja confianza interpersonal y baja<br />
confianza política. Por el contrario, en Montevideo<br />
y en Rio de Janeiro, buena parte de los jóvenes<br />
tiene un alto grado de confianza interpersonal<br />
y un –com<strong>para</strong>tivamente– alto grado de<br />
confianza en las instituciones políticas.<br />
4.6.4. Gobierno y democracia<br />
Sobre la base de los datos señalados, parece<br />
razonable preguntarse en qué medida la confianza<br />
institucional de los jóvenes se basa en<br />
aspectos estructurales o coyunturales. Los primeros<br />
se relacionan con el sistema político nacional,<br />
son de maduración lenta y toman forma<br />
en el largo plazo; los aspectos coyunturales están<br />
relacionados con los gobiernos de turno.<br />
La percepción del gobierno varía mucho entre<br />
los jóvenes encuestados: más de 65% de los<br />
jóvenes de Montevideo y Asunción evalúa favorablemente<br />
al gobierno de su país, mientras que<br />
en Rio de Janeiro dicho porcentaje alcanza 48%<br />
y en Buenos Aires apenas 26%. Con respecto a<br />
la calidad democrática <strong>para</strong> ejercer las funciones<br />
gubernamentales (confianza estructural),<br />
70% de los jóvenes de Montevideo tienen una<br />
opinión positiva, mientras que en las restantes<br />
ciudades la aprobación no supera 44% 32 . Esta<br />
diferencia es consistente con el sesgo institucional<br />
de los jóvenes uruguayos en relación con los<br />
jóvenes de las restantes ciudades.<br />
Aunque la relación de causalidad no es clara,<br />
el vínculo entre las acciones de un gobierno<br />
y el grado de democracia con que las lleva a<br />
cabo es positivo y significativo <strong>para</strong> Buenos Aires,<br />
Montevideo y Rio de Janeiro. Esto implica<br />
31<br />
Incluso en Asunción y Buenos Aires. Si bien los coeficientes<br />
de significación estadística de Chi son más<br />
elevados que los de Montevideo y Rio de Janeiro, se<br />
mantienen entre los límites que confirman la relación<br />
positiva entre ambas variables.<br />
32<br />
Véase cuadro AV.16 del Anexo Metodológico.<br />
que los jóvenes de estas ciudades toman en<br />
consideración la forma en que es ejercido el<br />
poder al momento de evaluar a sus respectivos<br />
gobiernos. Tal asociación no está presente<br />
en Asunción. A pesar de la alta aprobación del<br />
actual gobierno entre los jóvenes, 63% piensa<br />
que no actúa democráticamente. De hecho, datos<br />
del <strong>Informe</strong> Latinobarómetro 2004 señalan<br />
que los jóvenes <strong>para</strong>guayos se distinguen de<br />
los del resto de la región porque 40% cree que<br />
“en algunas circunstancias, un gobierno autoritario<br />
puede ser preferible a uno democrático”<br />
(Latinobarómetro, 2004).<br />
La consideración conjunta de estas imágenes<br />
<strong>sobre</strong> evaluación del gobierno, de la democracia<br />
en el país y <strong>sobre</strong> la disposición a la confianza<br />
personal e institucional, permite hacer<br />
algunas conjeturas <strong>sobre</strong> el clima general en la<br />
juventud de cada una de las ciudades.<br />
En el caso de Montevideo, las imágenes<br />
son consistentes en el sentido de una juventud<br />
que, además de estar integrada a una sociedad<br />
a la que le reconoce salud institucional,<br />
tiende a identificarse mayoritariamente con la<br />
acción y la forma de gestión de su actual gobierno.<br />
En Asunción, todo indica que los jóvenes<br />
están trasladando al nuevo gobierno un<br />
Cuadro 4.7: Relación entre confianza política y confianza<br />
interpersonal, 2008. En porcentajes<br />
Confianza política<br />
Confianza interpersonal Baja Alta Total Signif.de CHI 2<br />
Montevideo<br />
Baja 19,7 21,5 41,2<br />
Alta 21,6 37,2 58,8<br />
.002<br />
Total 41,3 58,7 100,0<br />
Asunción<br />
Baja 30,6 24,5 55,1<br />
Alta 21,9 23,0 44,9<br />
.057<br />
Total 52,5 47,5 100,0<br />
Rio de Janeiro<br />
Baja 14,8 15,6 30,4<br />
Alta 28,0 41,6 69,6<br />
.002<br />
Total 42,8 57,2 100,0<br />
Buenos Aires<br />
Baja 42,5 13,9 56,4<br />
Alta 30,9 12,7 43,6<br />
.054<br />
Total 73,5 26,5 100,0<br />
Nota: la categoría “alta confianza” incluye las respuestas “mucha confianza” y “bastante<br />
confianza” en al menos una de las instituciones políticas. La categoría “baja<br />
confianza” comprende a todas las personas que declaran poca o nula confianza en<br />
todas las instituciones. Es importante tomar en cuenta que el criterio de desagregación<br />
entre alta y baja confianza es poco exigente, ya que basta con que la persona<br />
confíe mucho o bastante en una sola institución.<br />
Fuente: Encuesta IDHM<br />
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