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Informe sobre desarrollo humano para Mercosur 2009-2010 - OEI

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<strong>Informe</strong> <strong>sobre</strong> <strong>desarrollo</strong> <strong>humano</strong> <strong>para</strong> <strong>Mercosur</strong> <strong>2009</strong>-<strong>2010</strong>. Innovar <strong>para</strong> incluir: jóvenes y <strong>desarrollo</strong> <strong>humano</strong><br />

quedaban integradas dentro de reclamos más<br />

amplios.<br />

En estas mismas décadas, entre fines de<br />

la década de 1970 y principios de la década<br />

de 1980, también fueron cobrando visibilidad<br />

las demandas de grupos étnicos, raciales, de<br />

género y orientación sexual, constituyendo<br />

identidades a partir de experiencias comunes<br />

de prejuicios y discriminación, las cuales afectan<br />

a niños, jóvenes y adultos. Estos procesos<br />

contaron con la participación de los jóvenes,<br />

aunque tampoco tuvieron mucha importancia<br />

las demandas generacionales específicas.<br />

Finalmente, se registró una creciente concientización<br />

ecológica. En este ámbito, en el<br />

cual el foco deja de ser la nación, el pueblo,<br />

la ciudadanía o la comunidad, las preocupaciones<br />

ambientalistas fueron incrementándose,<br />

al tiempo que la noción de “ciudadanía<br />

planetaria” comenzó a formar parte del léxico<br />

político.<br />

Las décadas del 1970 y 1980 revelaron dos<br />

elementos complementarios desde la perspectiva<br />

de los movimientos sociales: “Por un<br />

lado, la emergencia de nuevos actores y prácticas<br />

colectivas donde la temática de las identificaciones<br />

culturales y de los patrones de las<br />

nuevas relaciones sociales están interrelacionados<br />

de manera compleja con la lucha por<br />

el poder de la hegemonía política; por otro<br />

lado, las transformaciones en las prácticas de<br />

los viejos actores y sus vinculaciones con los<br />

nuevos”(Calderón y Jelin, 1987).<br />

Los años 1990 estuvieron marcados por<br />

una profunda transición económica mundial<br />

que en América Latina dio paso a la flexibilización<br />

laboral, las reformas estructurales y<br />

la expansión de los mercados. Fue justamente<br />

durante esa década que los cambios económicos,<br />

tecnológicos y culturales que acompañan<br />

a la globalización (PNUD, 2004) influyeron<br />

particularmente a la juventud.<br />

La situación era <strong>para</strong>dójica: la posibilidad<br />

de la democracia, finalmente factible tras largos<br />

años de regímenes autoritarios, chocaba<br />

con la incapacidad práctica de los gobiernos<br />

<strong>para</strong> garantizar una ciudadanía integral. Los<br />

proyectos de reforma económica, que priorizaban<br />

el equilibrio fiscal y el recorte del gasto,<br />

convivieron con las iniciativas democratizadoras.<br />

Para muchos jóvenes latinoamericanos,<br />

la desigualdad y la exclusión fueron los<br />

saldos de este período de recuperación<br />

democrática.<br />

En la mayoría de los países de América<br />

Latina se vivía la llamada “onda joven”, impulsada<br />

<strong>sobre</strong> todo por la publicidad y el espectáculo,<br />

al tiempo que se generaba una mayor<br />

exclusión juvenil. Esa era la gran <strong>para</strong>doja:<br />

una idealización de “lo joven” –en los medios<br />

de comunicación, en la publicidad y en<br />

las más diversas manifestaciones estéticas– en<br />

<strong>para</strong>lelo a una creciente exclusión. No es casualidad<br />

que en la década de 1990 los llamados<br />

“mediadores externos” (ONG, iglesias y<br />

organismos gubernamentales) desarrollaran<br />

“proyectos” dirigidos hacia los jóvenes de las<br />

clases populares, habitantes de periferias urbanas<br />

consideradas pobres y violentas. Con<br />

recursos provenientes de la cooperación internacional<br />

europea y de bancos y agencias<br />

internacionales de <strong>desarrollo</strong>, buena parte de<br />

estos proyectos apuntaban a “re-socializar”,<br />

“promocionar el regreso al sistema escolar”,<br />

“capacitar <strong>para</strong> el trabajo”, “insertar a los jóvenes<br />

en las dinámicas de integración social”,<br />

y “fomentar el protagonismo y el voluntariado<br />

juvenil”. En síntesis, contener la violencia<br />

y el desempleo que afectaban a cada vez más<br />

jóvenes.<br />

Al mismo tiempo, comenzaron a proliferar<br />

nuevos colectivos juveniles formados alrededor<br />

de estilos musicales, artes gráficas, danzas,<br />

teatro, radios comunitarias, por iniciativa<br />

de los propios jóvenes, muchas veces de los<br />

sectores excluidos o en situación de inclusión<br />

desfavorable, ocasionalmente con el apoyo de<br />

ONG. Estos grupos culturales amplían espacios<br />

de experimentación y creación estética y,<br />

de paso, crean y recrean lazos de pertenencia<br />

y afirman identidades, buscando revertir prejuicios<br />

y discriminaciones.<br />

Durante este período, de manera fluida,<br />

horizontal y dinámica, las acciones colectivas<br />

se desarrollaron en torno a la dimensión<br />

ciudadanía-exclusión. Junto a las cuestiones<br />

ecológicas, de equidad de género, étnicas y<br />

raciales, que habían comenzado a plantearse<br />

en la década de 1980, surgieron, en la década<br />

de 1990, otros movimientos, relacionados a la<br />

afirmación de distintas orientaciones sexuales,<br />

los problemas de violencia y seguridad en<br />

ciudades y periferias, la seguridad alimentaria<br />

y agroecológica, las manifestaciones contra el<br />

desempleo o contra el cierre de empresas, la<br />

formación de grupos juveniles de arte y cultura.<br />

En todos estos espacios se conjugaron<br />

dimensiones objetivas y subjetivas: se hablaba<br />

de revertir prejuicios y discriminaciones sufridas<br />

y de rescatar la autoestima <strong>para</strong> lograr<br />

la inserción productiva y política. De esta manera,<br />

grupos, movimientos y redes de jóvenes<br />

funcionaban como creadores y criaturas de<br />

un creciente proceso de mutación del espacio<br />

público.<br />

Los movimientos locales, generalmente<br />

construidos alrededor de objetivos puntuales<br />

y concretos, impulsaron la creación de<br />

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