Informe sobre desarrollo humano para Mercosur 2009-2010 - OEI
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<strong>Informe</strong> <strong>sobre</strong> <strong>desarrollo</strong> <strong>humano</strong> <strong>para</strong> <strong>Mercosur</strong> <strong>2009</strong>-<strong>2010</strong>. Innovar <strong>para</strong> incluir: jóvenes y <strong>desarrollo</strong> <strong>humano</strong><br />
Recuadro5.4: Murga joven: la nueva cara (pintada) del carnaval<br />
Cuando era niña, Jimena Márquez formaba murgas<br />
con sus muñecas. Las <strong>para</strong>ba una al lado de la otra, ponía<br />
play en un casete de Araca la Cana, y se sentaba a mirarlas<br />
como una espectadora en el Teatro de Verano de Montevideo.<br />
Cuando escuchaba un solo, dice, adelantaba una<br />
<strong>para</strong> que cantara se<strong>para</strong>da del resto mientras regresaba a<br />
su asiento. Pasaba horas con sus murguistas de plástico.<br />
Era uno de sus pasatiempos favoritos y parece emocionada<br />
cuando lo recuerda, porque hoy es realidad.<br />
Jimena es letrista de “Cero Bola”, una murga exclusivamente<br />
de mujeres que participa del concurso “murga<br />
joven”, una movida que empezó hace 10 años y se transformó<br />
en una corriente influyente en el género, el más<br />
popular del carnaval uruguayo. A diferencia de las murgas<br />
“clásicas”, éstas no cantan bien. Nadie va a verlas por sus<br />
virtudes corales o sus trajes de segunda mano. Son irreverentes,<br />
irónicas, críticas de la crítica y se ríen de todo. Es lo<br />
mejor que tienen <strong>para</strong> ofrecer y lo que aplaude el público<br />
desde los escenarios en los primeros calores de noviembre,<br />
en una suerte de preámbulo del carnaval de febrero,<br />
catalogado como el más largo del mundo.<br />
Sus temas son los temas de su generación: la marihuana,<br />
la despenalización del aborto, la ley de educación, los<br />
emos y los planchas. No cantan de política ni temas sociales<br />
o comprometidos. “Rompemos con algunas tradiciones”,<br />
dice Jimena. “Murga joven nació como un ámbito de<br />
ruptura. Tiene un espectáculo diferente, una forma de cantar<br />
diferente, una puesta en escena diferente. Es un ámbito<br />
mucho más jodón, burlón, donde prima más el humor<br />
que la contundencia de lo que se está diciendo”.<br />
Si hay que ubicar una fecha de nacimiento <strong>para</strong> la murga<br />
joven, el año es 1998, cuando la Intendencia de Montevideo<br />
organizó un encuentro cultural bajo ese nombre.<br />
El comienzo fue muy tímido: apenas se presentaron cinco<br />
conjuntos. Esa “timidez” se fue perdiendo. En <strong>2009</strong> participaron<br />
54 murgas en el concurso murga joven. Se estima<br />
en 1.000 la cantidad de jóvenes que participaron. La única<br />
condición fue respetar el tope de 35 años de edad <strong>para</strong><br />
los murguistas y el tiempo de duración del espectáculo:<br />
30 minutos <strong>para</strong> hacer reír a un público que también está<br />
en crecimiento.<br />
La proliferación de murgas aumentó su propio nivel<br />
de exigencia. Hoy ensayan más que antes, y <strong>para</strong> algunas<br />
es mucho más que un hobby. De hecho, existe un debate<br />
en el seno de murga joven acerca de cuán profesionales<br />
tienen que ser. La murga La Mojigata inició ese debate en<br />
2001 cuando abandonó el carnaval joven y pasó a los escenarios<br />
mayores. Jimena afirma que marcó “un antes y un<br />
después”, que cambió el lenguaje del género murga. Dice<br />
que sus integrantes asumieron riesgos nunca pensados<br />
<strong>sobre</strong> el escenario: cantar un solo desafinado, salirse del<br />
repertorio <strong>para</strong> forzar un chiste, no respetar la métrica musical<br />
o la rima de los versos.<br />
Ignacio, letrista de La Mojigata, coincide, pero lo amplía<br />
a todas las murgas jóvenes, como una identidad de<br />
éstas. “Tienen un lenguaje más accesible <strong>para</strong> el público y<br />
como que abandonaron esa imposición de decir una verdad<br />
absoluta. Como que la murga clásica, <strong>sobre</strong> todo antes,<br />
tenía que decir una verdad; nosotros no decimos una<br />
verdad, sino que planteamos situaciones que quedan en<br />
la libre interpretación”.<br />
La Mojigata llegó al carnaval mayor en 2001. Fue la<br />
primera. Por ese entonces la corriente murga joven era<br />
prácticamente desconocida por el público. Sin embargo,<br />
tuvieron una aceptación casi inmediata del mismo, no así<br />
por el jurado. “El jurado como que nos ignoró, como que<br />
nos miró con otros ojos y no logró ver lo que generaba en<br />
los tablados, lo bueno que tenía”, dice.<br />
El paso de La Mojigata al carnaval mayor instauró en el<br />
imaginario de las murgas que hay una primera y segunda<br />
división. Por eso, agrega Jimena, “ahora se escuchan cosas<br />
como ‘esta murga ya no es <strong>para</strong> murga joven’ si está ensayando<br />
mucho o tiene un espectáculo muy bien logrado”.<br />
Es que la “cancha grande”, el Teatro de Verano en febrero,<br />
no es el sueño final <strong>para</strong> todo aquel que disfruta pintándose<br />
la cara. Para algunos sigue siendo un juego, como<br />
cuando eran niños.<br />
Fuente: Horacio Varoli, integrante de la Red de Periodistas Jóvenes<br />
del <strong>Mercosur</strong>, fragmento de su nota “La nueva cara pintada<br />
del carnaval”<br />
Es necesario subrayar que las organizaciones<br />
comunitarias (en barrios, y favelas, entre<br />
otros) pueden desarrollar colectivos orientados<br />
a las manifestaciones y producciones artísticas<br />
y culturales. Es decir, el camino puede<br />
ser inverso: espacios colectivos preexistentes<br />
se renuevan y se fortalecen mediante la formación<br />
de grupos artísticos y culturales en su<br />
interior.<br />
La dimensión cultural es vista como un camino<br />
<strong>para</strong> la construcción de identidad, como<br />
un lugar de producción artística y como instrumento<br />
de comunicación externa. La cultura<br />
es, al mismo tiempo, un medio y un fin. Es un<br />
medio, cuando renueva las formas de hacer la<br />
política y de presentarse en el espacio público.<br />
Es un fin, cuando representa tanto una forma<br />
de expresión de nuevas identidades –hip hop,<br />
break o murgas– o cuando produce nuevas<br />
ocupaciones del espacio público que generan<br />
creatividad y, en algunos casos, incluso pueden<br />
producir dinero.<br />
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