Informe sobre desarrollo humano para Mercosur 2009-2010 - OEI
Informe sobre desarrollo humano para Mercosur 2009-2010 - OEI
Informe sobre desarrollo humano para Mercosur 2009-2010 - OEI
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Informe</strong> <strong>sobre</strong> <strong>desarrollo</strong> <strong>humano</strong> <strong>para</strong> <strong>Mercosur</strong> <strong>2009</strong>-<strong>2010</strong>. Innovar <strong>para</strong> incluir: jóvenes y <strong>desarrollo</strong> <strong>humano</strong><br />
no tanto de los objetivos propuestos como de<br />
la capacidad <strong>para</strong> llevarlos a la práctica. Por<br />
ejemplo, salvo entre las jóvenes de Montevideo,<br />
el abandono de los centros educativos se<br />
produce con posterioridad a la primera experiencia<br />
laboral. A su vez, en cinco de los ocho<br />
segmentos considerados, la deserción del sistema<br />
educativo es anterior a la experiencia de<br />
vivir fuera del hogar parental. En todos los<br />
casos, la convivencia en pareja y la tenencia<br />
de hijos prosiguen a la asunción de otros roles<br />
adultos 49 .<br />
4.9.2. El abandono prematuro<br />
del sistema educativo<br />
Si bien las trayectorias de emancipación<br />
pueden originarse de distinta manera, el abandono<br />
prematuro del sistema educativo es fundamental<br />
<strong>para</strong> definir las oportunidades que se<br />
generan a lo largo de dichas trayectorias y por su<br />
impacto en las demás esferas 50 . En general, los<br />
jóvenes que dejan la escuela o el colegio antes<br />
que sus pares tienen menos posibilidades <strong>para</strong><br />
insertarse en el mundo laboral o conseguir trabajos<br />
calificados.<br />
Esto se debe a que el abandono temprano<br />
del sistema educativo tiene efectos diversos. En<br />
primer lugar, genera un déficit en la acumulación<br />
de calificaciones, lo que a su vez incide en<br />
las oportunidades laborales. En segundo lugar,<br />
la construcción de ciudadanía también se ve<br />
perjudicada, ya que se deja un ámbito de socialización<br />
en el cual las diferencias sociales suelen<br />
atenuarse. En tercer lugar, se produce la ruptura<br />
de los patrones de sociabilidad construidos en<br />
ese ámbito y la posible pérdida de capital social.<br />
Por último, da lugar a frustraciones entre los jóvenes,<br />
producto de su imposibilidad de cumplir<br />
con las expectativas sociales de permanecer en el<br />
sistema educativo hasta una edad determinada.<br />
49<br />
Es importante tomar en cuenta que las medias aritméticas<br />
de las edades asociadas a cada comportamiento<br />
son medidas aproximadas de los rasgos generales que<br />
adoptan estas secuencias en la juventud de cada ciudad.<br />
Véase Cuadro AVI.1 del Anexo Metodológico. Allí también<br />
puede observarse la prevalencia de ocurrencia de<br />
los hitos que marcan una secuencia en los cambios de<br />
rol durante el proceso de emancipación.<br />
50<br />
Para identificar el abandono prematuro del sistema<br />
educativo se utilizan las edades medias de abandono<br />
escolar y la distribución de las edades en torno a las<br />
medias. Véase Cuadro AVI.1 del Anexo Metodológico.<br />
Los valores de las medias oscilan entre 17,5 (mujeres en<br />
Buenos Aires) y 18,7 (mujeres en Rio de Janeiro). Dado<br />
que las medidas de dispersión muestran una distribución<br />
de las edades de abandono concentrada en torno a<br />
las medias, se considera como abandono prematuro la<br />
salida del sistema educativo a los 17 años o menos.<br />
En definitiva, el abandono prematuro del sistema<br />
educativo es un buen predictor de la edad<br />
y la calidad de inserción en el mercado laboral,<br />
de la edad de formación de un hogar autónomo,<br />
así como de la edad de tenencia del primer hijo y<br />
de los arreglos familiares dentro de los cuales se<br />
produce ese nacimiento. Dicho reconocimiento<br />
lleva a que una parte importante de la inversión<br />
social que busca fortalecer la agencia de los<br />
jóvenes se dirija a generar condiciones que les<br />
permitan mantenerse en el sistema educativo,<br />
así como a ampliar las oportunidades externas<br />
al sistema educativo formal que permitan mejorar<br />
sus oportunidades.<br />
En el Cuadro 4.13 se presenta la relación entre<br />
el carácter prematuro del abandono del sistema<br />
educativo y los promedios de edad en que se<br />
toman las decisiones vitales mencionadas 51 . En<br />
todos los casos, existe una asociación positiva<br />
entre el abandono prematuro de la educación y<br />
la edad de ingreso a esferas propias del mundo<br />
adulto. En otras palabras: los jóvenes que dejan<br />
antes el colegio son aquellos que comienzan a<br />
trabajar antes, dejan antes el hogar familiar, se<br />
casan antes y tienen hijos a edades más tempranas.<br />
Por ejemplo, en Montevideo se observa que<br />
el nacimiento del primer hijo entre los jóvenes<br />
de estratos altos que abandonan tempranamente<br />
el sistema educativo ocurre tres años antes que<br />
entre los jóvenes del mismo estrato que siguieron<br />
estudiando. En todos los casos, salvo <strong>para</strong> el<br />
abandono del hogar de origen en Montevideo,<br />
las diferencias de edad son mayores en los estratos<br />
altos que en los bajos 52 .<br />
La suma de las diferencias de la última fila<br />
del cuadro revela que las brechas en las trayectorias<br />
varían significativamente según el evento<br />
que se considere. La menor brecha se observa<br />
en el ingreso al mercado de trabajo; la mayor, en<br />
la tenencia del primer hijo 53 . La disparidad de la<br />
51<br />
Esta se obtiene de la resta, <strong>para</strong> cada estrato y evento,<br />
del promedio de edad entre no prematuros y prematuros.<br />
En el Cuadro AVI.3 del Anexo Metodológico se presentan<br />
los datos utilizados <strong>para</strong> calcular las diferencias.<br />
52<br />
Esto se debe a que la consideración de un único umbral<br />
de abandono del sistema escolar, incorpora mayor<br />
cantidad de desertores tardíos en los estratos socioeconómicos<br />
altos, lo cual incrementa la magnitud de las<br />
brechas de edad.<br />
53<br />
Para la estimación de las edades medias correspondientes<br />
a cada uno de los eventos vitales sólo se tomó<br />
en cuenta el universo de jóvenes que había incurrido en<br />
cada uno de esos comportamientos. La forma de estimación<br />
utilizada tiende a reducir las brechas de edades<br />
de ocurrencia de esos eventos entre estratos socioeconómicos.<br />
En efecto, dado que el porcentaje de jóvenes<br />
de estratos altos que tiene hijos antes de los 29 años es<br />
menor que entre jóvenes de estratos bajos, la no consideración<br />
de los que no tuvieron hijos introduce un sesgo<br />
a la baja de la edad media, que resulta mayor entre los<br />
jóvenes de estratos socioeconómicos altos.<br />
200