13.05.2013 Views

Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

De ahí que todas sus adscripciones aparezcan exclusivamente como lo que podríamos<br />

<strong>de</strong>nominar ‘adscripciones-en-negativo’: diferencias y distancias que se multiplican a lo largo <strong>de</strong>l<br />

relato respecto <strong>de</strong> todos aquellos con los que mantiene <strong>al</strong>gún tipo contacto. La primera y quizás<br />

la más significativa <strong>de</strong> ellas consiste en el radic<strong>al</strong> <strong>al</strong>ejamiento que instaura en relación a los<br />

grupos indígenas y sub<strong>al</strong>ternos en gener<strong>al</strong>. Una <strong>de</strong> las frases más reveladoras es aquella que,<br />

iracundo, pronuncia ante la <strong>de</strong>mora en el pago <strong>de</strong>l anticipo acordado: “¿no se daba cuenta [el<br />

panameño] <strong>de</strong> que yo no era otro <strong>de</strong> esos indios acomplejados con quienes acostumbraba a<br />

tratar?...” (37) La forma <strong>de</strong>spectiva en que constantemente se refiere a los grupos <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>dores<br />

ambulantes que ocupan el centro <strong>de</strong> la ciudad, a las mujeres indígenas –aquellas mujeres <strong>de</strong> ojos<br />

rasgados y piel tostada que no <strong>de</strong>spiertan su apetito sexu<strong>al</strong> ni su morbo(79-80)–, así como a los<br />

gustos y prácticas populares: “... si <strong>al</strong>go aborrezco con especi<strong>al</strong> intensidad es la música<br />

folclórica, y por sobre todo la música triste y llorona <strong>de</strong> la marimba, instrumento que sólo pue<strong>de</strong><br />

ser idolatrado por un pueblo triste y llorón” (25), confirman esa distancia pero, a<strong>de</strong>más, revelan<br />

una molesta actitud <strong>de</strong> superioridad: para él, ninguno <strong>de</strong> estos grupos constituye un interlocutor<br />

válido ni es merecedor <strong>de</strong> su simpatía; ni siquiera la joven extranjera y atractiva, <strong>de</strong> quien<br />

soporta el llanto (“ya francamente grosero e irrespetuoso hacia [su] persona”) sólo por su<br />

indiscutible <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> llevarla a la cama:<br />

... que nada me repugna tanto como una mujer que llora a causa <strong>de</strong> su propia estupi<strong>de</strong>z y<br />

que a<strong>de</strong>más busca mi conmiseración, pero <strong>al</strong> mismo tiempo nada excita más mi fantasía<br />

que la posibilidad <strong>de</strong> fornicar con una chica guapa y recién abandonada a causa <strong>de</strong> su<br />

propia estupi<strong>de</strong>z con la cu<strong>al</strong> podría ensañarme gratamente durante el ejercicio amatorio...<br />

(52)<br />

Por otra parte, la admiración que siente, a pesar <strong>de</strong>l disgusto provocado por la<br />

postergación en el pago <strong>de</strong> su dinero, hacia la presencia y porte <strong>de</strong>l panameño “rubio, <strong>al</strong>to, con<br />

acento caribeño y voz <strong>de</strong> mando”(35) que trabaja como administrador financiero; hacia Joseba,<br />

135

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!