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Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

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sustenta. ¿Será acaso esto posible? También acostumbro referirme a la necesidad <strong>de</strong> que el<br />

lenguaje se libere <strong>de</strong> la retórica que lo constituye y que muchas veces le impi<strong>de</strong> nombrar las<br />

cosas t<strong>al</strong> como las cosas son.” (“Un<strong>de</strong>rwood”)<br />

Esa i<strong>de</strong>a creo que se enca<strong>de</strong>na con una preocupación que me acompaña sobre el posible<br />

lugar don<strong>de</strong> <strong>de</strong>be encontrarse el escritor con respecto a sus textos. Cuando comencé a<br />

escribir estaba convencido <strong>de</strong> que un creador <strong>de</strong>bía construirse ese lugar, el <strong>de</strong> su propia<br />

voz. Rápidamente constaté que aquello era casi imposible, <strong>al</strong> menos para <strong>al</strong>guien que<br />

recién comenzaba a querer componer textos. Me di cuenta <strong>de</strong> que estaba atrapado en una<br />

retórica o, más bien, en una serie <strong>de</strong> retóricas av<strong>al</strong>adas por la tradición, por un supuesto<br />

<strong>de</strong>ber ser narrativo, pero princip<strong>al</strong>mente por las i<strong>de</strong>as estúpidas que suelen acompañar el<br />

hecho literario. (“Un<strong>de</strong>rwood”)<br />

Bellatin quisiera que su escritura fuera “un escribir sin escribir, sin tema, sin fondo…”<br />

(Azaretto). En S<strong>al</strong>ón <strong>de</strong> belleza, el resultado es una narración “que distancia y no acerca <strong>al</strong> lector<br />

a la materia narrada” (P<strong>al</strong>aversich), que rompe la pragmática comunicativa para contactar a ese<br />

lector en la <strong>de</strong>sazón que lo narrado genera. En este gesto intimidante que no busca la empatía<br />

sino la reacción adversa, la novela se erige como un texto en pleno sentido que Barthes da <strong>al</strong><br />

término: “…the text that imposes a state of loss, the text that discomforts, unsettles the rea<strong>de</strong>r’s<br />

historic<strong>al</strong>, cultur<strong>al</strong>, psychologic<strong>al</strong> assumptions, the consistency of his tastes, v<strong>al</strong>ues, memories,<br />

brings to a crisis his relation with language.” (Pleasure, 14)<br />

Según lo explica Bellatin, durante el proceso <strong>de</strong> su escritura, centrar su interés en la<br />

coherencia <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> su invención, le “sirvió para <strong>de</strong> <strong>al</strong>guna manera escribir por encima <strong>de</strong><br />

lo que estaba escribiendo. Es <strong>de</strong>cir, para no involucrar[se] re<strong>al</strong>mente con las cosas que se<br />

contaban ni con los universos que se iban representando.” (“Un<strong>de</strong>rwood”) De ahí que, en la<br />

precisión, fri<strong>al</strong>dad y <strong>de</strong>sapego emocion<strong>al</strong> <strong>de</strong> una prosa que se preten<strong>de</strong> objetiva, transparente, y<br />

que, paradójicamente, compone un <strong>de</strong>lirante mundo <strong>de</strong> pesadilla autocontenido, no haya un afán<br />

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