13.05.2013 Views

Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

… los afectos son <strong>de</strong>venires: unas veces nos <strong>de</strong>bilitan, en la medida en que disminuyen<br />

nuestra potencia <strong>de</strong> obrar y <strong>de</strong>scomponen nuestras relaciones, y otras nos hacen más<br />

fuertes, en la medida en que aumenta nuestra potencia y nos hacen entrar en un individuo<br />

más amplio o superior. [Des<strong>de</strong> esta perspectiva], los cuerpos no se <strong>de</strong>finen por su género<br />

o por su especie, por sus órganos y sus funciones, sino por lo que pue<strong>de</strong>n, por los afectos<br />

<strong>de</strong> que son capaces, tanto en pasión como en acción. (Deleuze, “El cuerpo <strong>de</strong> Spinoza”)<br />

De este modo el cuerpo se convierte en fuerza: movimientos, interacciones, <strong>de</strong> flujos <strong>de</strong><br />

energía. Pero esta manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la materi<strong>al</strong>idad corpor<strong>al</strong> no anula, ni mucho menos, el<br />

pensamiento (el <strong>al</strong>ma, en la terminología spinoziana) ni lo convierte en su simple <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

Cuerpo y <strong>al</strong>ma expresan una misma y única cosa: un agenciamiento, una innegable capacidad <strong>de</strong><br />

afectar y <strong>de</strong> verse afectado<br />

Y llamamos señ<strong>al</strong> a lo que provoca un afecto, a lo que viene a efectuar un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ser<br />

afectado: la tela se mueve, el cráneo se pliega, un poco <strong>de</strong> piel se <strong>de</strong>snuda. Tan sólo unos<br />

cuantos signos como estrellas en una inmensa noche negra. Devenir-araña, <strong>de</strong>venir-piojo,<br />

<strong>de</strong>venir-garrapata, una vida <strong>de</strong>sconocida, fuerte, obscura, obstinada. (Deleuze, “El cuerpo<br />

<strong>de</strong> Spinoza”)<br />

Devenir-gato para asestar con mayor precisión y menor riesgo el golpe asesino; <strong>de</strong>venir-<br />

gato para ser un instrumento más certero <strong>de</strong> la muerte que los jóvenes sicarios <strong>al</strong>imentan;<br />

<strong>de</strong>venir-gato para expandir su propio cuerpo y aumentar la potenci<strong>al</strong>idad <strong>de</strong> sus afectos, tanto en<br />

términos <strong>de</strong> acción como <strong>de</strong> pasión. El adolescente que asiste <strong>al</strong> siniestro ritu<strong>al</strong> que S<strong>al</strong>azar<br />

<strong>de</strong>scribe, no se transforma en gato. Deviene-otro sin llegar a ser ni a asumir ese ‘otro’ en una<br />

nueva unidad integradora; el <strong>de</strong>venir no produce un resultado ni se explica por su término: es en<br />

la medida en que es movimiento, comunicación transvers<strong>al</strong>, contagio. “Devenir es un verbo que<br />

tiene toda su consistencia; no se pue<strong>de</strong> reducir, y no nos conduce a ‘parecer’, ni ‘ser’, ni<br />

‘equiv<strong>al</strong>er’, ni ‘producir’” (Deleuze y Guattari 245)<br />

52

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!