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Cuerpos al límite: espacios y experiencias de marginalidad

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aquí, <strong>al</strong> parque. Pusieron el ataúd en un tablado, que queda en la esquina y continuaron su<br />

ceremonia… (169-170)<br />

Un acto transgresor que instaura un nuevo tipo <strong>de</strong> relación con la muerte: en consonancia<br />

con lo efímero <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> estos muchachos y la consecuente necesidad <strong>de</strong> vivirla <strong>de</strong> la manera<br />

más acelerada posible, instituye un nuevo protocolo. Contrario a lo que podría pensarse, no hay<br />

en este hecho un afán <strong>de</strong>sacr<strong>al</strong>izador, sino, por el contrario, una nueva manera <strong>de</strong> sacr<strong>al</strong>izar la<br />

muerte a partir <strong>de</strong> códigos corpor<strong>al</strong>es, sensu<strong>al</strong>es, rítmicos que la acercan <strong>de</strong> forma inédita a la<br />

vida. En el entierro <strong>de</strong>l Flaco, sus compañeros,<br />

…pasaban por el lado, le daban golpes a la caja y le <strong>de</strong>cían cosas: bacano que estás bien,<br />

bacano que seguís parado con nosotros, siempre nos cumpliste […] En el cementerio lo<br />

sacaron el ataúd y lo cargaron en hombros, le gritaron cosas <strong>de</strong>lirantes, y le hicieron<br />

disparos <strong>al</strong> aire, hasta que por fin lo sepultaron […] En otros círculos soci<strong>al</strong>es a sus<br />

muertos les echan discursos o consignas políticas, cuando son dirigentes. Estos<br />

muchachos lo tocan, le ponen su música, con un sentimiento profundo… (170)<br />

El cuerpo muerto ya no encarna el horror <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scomposición, la putrefacción, la<br />

natur<strong>al</strong>eza abyecta <strong>de</strong>l cadáver que pone en evi<strong>de</strong>ncia la finitud <strong>de</strong> la vida. Si, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

racion<strong>al</strong>idad burguesa, la vida preten<strong>de</strong> explicarse en términos <strong>de</strong> “…b<strong>al</strong>anced accounts<br />

(expenditure regularly compensated for by acquisition).” (Bataille 169), la manera en que estos<br />

jóvenes enfrentan la muerte <strong>de</strong>muestra, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva que también pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse en<br />

términos bataillanos, el <strong>de</strong>rroche, el gasto improductivo que su propia vida representa. Como se<br />

ha señ<strong>al</strong>ado ya, son adolescentes que se consi<strong>de</strong>ran <strong>de</strong>sechables, “viviendo en tiempo extra”, con<br />

la seguridad <strong>de</strong> que su vida no conducirá sino a una muerte prematura. No anticipan para sí<br />

mismos un futuro que se vería, como indica Bataille, frustrado por la muerte: si su vida misma<br />

constituye un dispendio improductivo, la muerte no es sino la constatación <strong>de</strong> que una actitud<br />

mesurada, conservadora, representa un sinsentido. La misma <strong>de</strong>smesura con que enfrentan su<br />

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