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54556f31575af-Tonnies- Hobbes. Vida y doctrina(CC)

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La antropología 207<br />

jar de hacer cuando se quiere; que, por consiguiente,<br />

se trata de la libertad del hombre, no de la voluntad<br />

Que la voluntad no es libre, sino que está sometida a<br />

cambios por acción de causas exteriores. Que todas las<br />

causas exteriores proceden necesariamente de la primera<br />

causa exterior, el Todopoderoso, que, por mediación<br />

de las causas segundas, actúa sobre nuestro querer<br />

y nuestro hacer. Y como ni el hombre ni ninguna otra<br />

cosa pueden actuar sobre sí mismos, es imposible que<br />

un hombre, valiéndose de su voluntad, pueda competir<br />

con Dios, ya sea como representante o como instrumento<br />

suyo. Nada ocurre producido por la casualidad,<br />

y nada sin una o varias causas suficientes para su<br />

producción; y semejantes causas y su consecuencia proceden<br />

de la presciencia, el beneplácito y la acción de<br />

Dios; y aunque yo y muchos designemos algunos acontecimientos<br />

como casuales, afirmo, sin embargo, que<br />

cada uno tiene su causa suficiente y ésta la suya, es d-<br />

cir, que ocurren necesariamente. Y aunque estas causas<br />

no nos sean conocidas, los hechos más casuales las tienen,<br />

tan necesarias como aquellos cuyas causas conocemos;<br />

si no sería imposible preverlos, como los pre-ve<br />

el Omniscente. El obispo afirma, por el contrario: la<br />

voluntad está libre de toda coacción; por eso, el juicio<br />

del entendimiento no siempre es practice practicum<br />

ni de tal naturaleza que vincule y determine<br />

la voluntad a algo; aunque es verdad que espontaneidad<br />

y determinación pueden coexistir. Que la voluntad<br />

se determina a sí misma, y las cosas exteriores,<br />

al modificar la voluntad, no actúan sobre ella natural,<br />

sino moralmente; no mediante Un movimiento natural,<br />

sino por un movimiento moral, metafórico; cuando<br />

la voluntad llega a ser determinada por vía natural,<br />

no es por ese influjo general de Dios—por depender de

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