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54556f31575af-Tonnies- Hobbes. Vida y doctrina(CC)

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274 Thomas <strong>Hobbes</strong><br />

tengan noticia de ellos o que los descuiden, es algo que,<br />

en los tiempos que corren, afecta en muy poco a mi<br />

interés personal” (L., P. II, 30; E. III, p. 325; en la<br />

edición latina falta la última frase). Con esto se enlaza la<br />

terminación de esta segunda sección de L.—al parecer,<br />

destinada aberrar la obra—: “Si considero yo ahora cuán<br />

distinta es esta <strong>doctrina</strong> de la práctica de la mayor<br />

parte del mundo, especialmente de este Occidente que<br />

aprendió su moral de Roma y de Atenas, y, por otra<br />

parte, los profundos conocimientos de filosofía moral<br />

que son necesarios en los soberanos, estoy a punto de<br />

creer que mi trabajo va a ser tan inútil como la República<br />

de Platón. Porque también él es de opinión de<br />

que es imposible acabar con los desórdenes y los cambios<br />

constitucionales, mediante guerras civiles, mientras<br />

los soberanos no sean filósofos. Pero si tengo en cuenta<br />

que esta ciencia de la justicia natural es la única realmente<br />

necesaria para el soberano y para sus primeros ministros<br />

y que no necesitan molestarse con los estudios<br />

matemáticos, como pretendía Platón (fuera de que deben<br />

fomentarlos mediante las oportunas leyes), y que ni Platón<br />

ni ningún otro filósofo hasta el presente ha llegado<br />

a establecer todos los teoremas de la moral, demostrándolos<br />

suficientemente con probabilidad, de forma que<br />

los hombres puedan aprender con ellos a regir y a obedecer,<br />

entonces cobro nuevas esperanzas de que, más<br />

tarde o más temprano, este escrito mío caiga en las manos<br />

de algún soberano que lo estudie personalmente (es<br />

corto y, según creo, claro), sin ayuda de ningún intérprete<br />

interesado o envidioso, y que, mediante el ejercicio<br />

de la soberanía absoluta, en favor de la enseñanza<br />

pública de eBta <strong>doctrina</strong>, convierta la verdad de su especulación<br />

en las ventajas de su práctica” (EL, III, 357, s.).<br />

En la edición latina (L., III, 263) se citan, junto a la

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