12.01.2015 Views

54556f31575af-Tonnies- Hobbes. Vida y doctrina(CC)

54556f31575af-Tonnies- Hobbes. Vida y doctrina(CC)

54556f31575af-Tonnies- Hobbes. Vida y doctrina(CC)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

300 Thomas <strong>Hobbes</strong><br />

renace de nuevo, en semejante caso, la libertad natural,<br />

a la que no se renuncia sino a causa de la protección<br />

de uno mismo y—implicada—la de los suyos. Por mucho<br />

que considere ilógica toda limitación jurídica o<br />

teórica del poder estatal, sería una incomprensión de<br />

su pensamiento el suponer que admite prácticamente<br />

la intervención de la ley en todos los dominios de la<br />

vida privada. La tendencia liberal de su política se dirige,<br />

principalmente, como ya indicamos, contra la Iglesia<br />

y la jurisdicción eclesiástica. “La mayor libertad de<br />

los súbditos proviene del silencio de las leyes**, y “una<br />

ley que no ha sido dada a conocer debidamente o cuyo<br />

legislador no es conocido, no tiene validez**. Nadie que<br />

no sea el soberano o los jueces a los que ha encomendado<br />

la interpretación del derecho, puede condenar a<br />

una persona; frente a cualquier otra autoridad, sea<br />

cualquiera el título que reclame, el derecho divino, la<br />

revelación o la filosofía moral, el hombre permanece<br />

Ubre. La Iglesia no tiene, pues, por qué mandarle, ya<br />

que no es más que una cátedra, y, a la verdad, fundada<br />

en una falsa creencia en los espíritus y en sus poderes<br />

sobrenaturales, y que, con el temor a los castigos eternos,<br />

quebranta la fuerza de los temporales, que incumben<br />

al Estado. “Si alguien me afirma que Dios ha hablado<br />

con él directa y . sobrenaturalmente, y yo lo pongo<br />

en duda, no veo fácil que me pueda aportar prueba<br />

alguna que me fuerce a creerle.** Verdad es que si se tratase<br />

de mi soberano, él me podría obligar a la obediencia<br />

hasta el punto de que yo no pueda declarar, de<br />

hecho o de palabra, que no le creo; pero nunca me podría<br />

obligar a creer aquello que mi razón no me impone.<br />

Pero si quien tal pretende no es una tal autoridad,<br />

entonces sí que no cabe exigir ni fe ni obediencia**<br />

(Lev., III, 32, E. III, 361). El clero ha introducido una

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!