29.06.2021 Views

La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—No me importa —había respondido Steadman—. Esto es una emergencia.

Una técnica de radiología llamada González había recibido un permiso

especial de Steadman para entrar en la habitación. Mientras colocaba el detector

de imágenes por debajo de la espalda de la señora Noguchi, esta tosió y le roció la

frente y la mascarilla.

—Por favor, no vuelva a hacerlo —la regañó González—. Solo me faltaría

pillar ahora un resfriado. Me voy de vacaciones.

Los dos doctores y la enfermera se apresuraron a ponerse el equipo y, una vez

dentro de la habitación, Steadman evaluó la situación. La señora Noguchi estaba

tumbada boca arriba, inmóvil, con los ojos cerrados. Steadman preguntó qué

habían dicho los de enfermedades infecciosas.

—Aún no saben nada —contestó la enfermera—. Le están haciendo cultivos.

También trajeron un equipo de rayos X portátil. El resultado ha sido negativo.

—¿Le han hecho una punción lumbar?

—Han dicho que deberían hacerla los de neurología.

—Konnichiwa! —soltó Steadman alzando la voz.

Al no obtener respuesta, se inclinó sobre la paciente y gritó más fuerte.

—No responde —dijo la enfermera.

—Eso ya lo veo —murmuró Steadman.

Procedió a hacerle un rápido examen neurológico y declaró que sus vías

sensoriales y motrices estaban intactas.

—No hay nada focalizado, ninguna señal de apoplejía o derrame. Parece ser

un proceso difuso. Llame de nuevo a los de enfermedades infecciosas. Quiero

hablar con ellos personalmente. Con la fiebre y el coma, tenemos que descartar

cualquier tipo de encefalitis.

—¿Puede haberlo causado la terapia génica? —preguntó la enfermera.

—Por supuesto que no —espetó Steadman rabioso—. No sea estúpida. El

vector es totalmente benigno.

La enfermera abrió los ojos como platos por encima de la mascarilla y, dolida

por el insulto, retrocedió un paso.

Steadman ni lo advirtió.

—Colin, quiero que le hagas una punción lumbar. Ruth, vaya a prepararlo

todo para hacerle una resonancia. Dígales que la quiero con la máxima urgencia

posible. Tenemos que llevarla abajo con una mascarilla.

La enfermera salió a toda prisa de la habitación, dejando solos a los doctores.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!