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La cura - Glenn Cooper-holaebook-holaebook

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—Yo hambre —dijo de pronto Kyra.

—Yo tengo hambre —la corrigió.

Después de que las dos lo enunciaran correctamente, las recompensó con

unas galletas Oreo, la mejor y única herramienta de enseñanza de su incipiente

carrera docente.

—Mmm… —dijo él, dándose palmaditas en la barriga.

Las dos chicas lo imitaron y se echaron a reír.

Aquellas muestras de sentido del humor le daban esperanzas.

«Emma, sé que sigues ahí dentro», pensó.

La puerta de servicio se abrió de golpe, pero no fue Linda quien apareció.

Dos jóvenes con bandanas y mochilas a la espalda salieron cagando leches. Sus

miradas se cruzaron con la de Jamie, quien tuvo la impresión de que habrían ido

a por él de no ser porque Linda los perseguía blandiendo su pistola y gritándoles

que más les valía seguir corriendo.

Jamie bajó la ventanilla y ella le dijo casi sin resuello:

—Cuando los saqueadores entran en la puñetera comisaría —dijo Linda casi

sin resuello—, es señal de que las cosas están fuera de control. Aún no he

acabado ahí dentro. Toma la pistola hasta que vuelva.

Linda captó el mensaje de su expresión pasmada.

—Nunca has disparado un arma, ¿verdad?

—Nunca.

—Ya te explicaré los detalles más tarde, pero con este tipo de pistola solo

tienes que apuntar a quien quieras matar, apretar el gatillo y seguir disparando

hasta que haya muerto.

Jamie trató de apaciguar su ansiedad.

—Te devolveré el favor enseñándote a interpretar un escáner cerebral.

—Ni de lejos es tan útil —respondió ella. Y Jamie no tuvo claro si Linda

había sido realista o simplemente bruta.

Cuando regresó, llevaba un pesado macuto negro. Jamie dudaba de que

cupiera en el abarrotado compartimento trasero, así que bajó para ver cómo se las

arreglarían para meterlo en el coche. Le preguntó qué había dentro.

Linda le dijo que quería poner la bolsa en la cabina a los pies de las chicas, y

le respondió abriendo la cremallera. Estaba lleno de cajas de municiones, dos

pistolas Glock, idénticas a las que Jamie había estado agarrando en su mano

humedecida, y dos fusiles de asalto AR-15 con mira telescópica y cargadores de

repuesto.

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